El secretario de la Fiscalía que investiga el caso, Gabriel Prunotto, manifestó esta mañana que en el marco de la causa hay además dos policías detenidos e imputados por «homicidio calificado agravado por el uso de arma de fuego», quienes admitieron que efectuaron los disparos” al automóvil en el que iba el joven de 17 años con amigos, aunque ahora se investiga a otros cuatro efectivos por presunto «‘encubrimiento» ante la sospecha de que «plantaron» un arma en la escena del hecho.
Según Prunatto se sospecha que esos policías afirmaron que un testigo les dijo que desde el automóvil en que se movilizaba la víctima junto a sus amigos habían tirado una bolsa con un arma, que fue posteriormente hallada en un rastrillaje, aunque en realizad fue «plantada» para justificar los disparos realizados por sus compañeros.
Hasta el momento no tenemos datos del supuesto testigo como tampoco tenemos elementos que acrediten que desde el interior del auto se hayan efectuado disparos de armas de fuego”, aseveró el vocero judicial.
Asimismo dijo que los seis efectivos policiales serán indagados en el curso de la próxima semana, una vez que se reúnan todos los elementos probatorios, documentales y testimoniales, además de los resultados de la autopsia.
Prunotto, secretario del fiscal Alberto Maná, también precisó que hasta el momento se pudo determinar que el episodio ocurrió alrededor de la 1 de madrugada de ayer, cuando cinco amigos se movilizaban en un Fiat Argo, en la zona del barrio de Las Flores, en el sur de la ciudad de Córdoba, y en el trayecto mantuvieron una discusión con dos motociclistas por cuestiones de tránsito.
El automóvil comenzó a ser perseguido por los motociclistas, por lo que al pasar por el control policial los jóvenes que iban a bordo aceleraron la marcha y no acataron la orden de detenerse,
Dos policías disparan y cuatro tiros impactan en la parte de atrás del automóvil. Uno alcanza al chico que iba en la parte de atrás”, explicó el funcionario judicial.
Por otra parte Prunotto dijo que también se evalúa si tuvo responsabilidad penal el personal del sanatorio Aconcagua, por negarse a atender a Valentino cuando fue llevado baleado hasta ese lugar por el conductor del auto.
Soledad, la mamá del adolescente, manifestó ayer que a su hijo lo acribillaron” y que al momento del hecho estaba con «compañeros de colegio» con quienes fue a un bar.
«No hicieron nada malo” y evadieron el control porque se asustaron y se fueron”, aseguró la mujer en declaraciones a la prensa
Valentino Blas Correas vivía en el barrio Villa Cabrera y cursaba el sexto año en el colegio San José, ubicado en la Duarte Quirós.