En el Día Mundial de las Aves Migratorias, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación y el municipio de Miramar anunciaron este sábado la creación del Parque Nacional de Anseunza, en el noroeste de nuestra provincia.
El nuevo parque nacional comprende la laguna de Mar Chiquita, la laguna salada de mayor superficie de la Argentina y la quinta de Sudamérica, además de los Bañados del río Dulce. Será el tercero en Córdoba sumándose al de la Quebrada del Condorito y al de Traslasierra.
Se trata de una cuenca alimentada por tres ríos, el Dulce, conocido como Salí, el Primero o Suquía, y el Segundo o Xanaes, que configura una zona clave para la biodiversidad, en especial por la gran cantidad de aves migratorias que la visitan. Incluye un enorme espejo de agua y un humedal de variada salinidad de cerca de un millón de hectáreas.
Según detalló la cartera ambiental, en el ecosistema conviven una gran diversidad de ambientes entre los que destacan un enorme espejo de agua salina, los cauces de los ríos, lagunas permanentes y temporarias, playas barrosas, matorrales de arbustos y cardones, bosques de tipo chaqueño y espinal, salinas, amplios pastizales y sabanas inundables.
También señalaron que entre las especies que conforman la vegetación del lugar se pueden encontrar desde grandes algarrobos y quebrachos hasta espartillares, juncales y totorales, pasando por arbustales y matorrales halófitos de transición.
Por otra parte, desde ministerio de ambiente informaron que la creación del parque nacional Ansenuza contemplará una gran diversidad faunística, con más de 450 especies, muchas de ellas se encuentran bajo diferentes categorías de amenaza; se trata de un sitio de gran importancia para las aves playeras y migratorias, que lo habitan cada año, y es el ambiente de nidificación más importante para el flamenco austral.
Además, es un área natural con importantes servicios ecosistémicos ya que puede controlar inundaciones, reponer aguas subterráneas, retener sedimentos y nutrientes, depuración de aguas, regular del clima regional; es un sitio propenso para la polinización, control de plagas, dispersión de semillas, para ciclo de nutrientes, la producción y el sostenimiento de la biodiversidad.
Por otro lado, la creación del área protegida supone un gran potencial turístico para la zona con generación de empleo directo e indirecto a partir del parque nacional.
Participaron del evento el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié junto al presidente de la Administración de Parques Nacionales, Lautaro Erratchu, la diputada nacional Gabriela Estévez, el secretario de Ambiente de la provincia, Juan Carlos Scotto y el intendente de Miramar de Ansenuza, Adrían Walker.
UNA JOYA CORDOBESA DE BIODIVERSIDAD
El nuevo parque se emplaza en la mayor cuenca endorreica de Argentina, que comprende a la laguna de Mar Chiquita, el lago salino más grande de Sudamérica y uno de los cinco primeros del mundo, los extensos bañados del Río Dulce en la costa norte y las bocas de varios ríos secundarios al sur.
El área de la laguna de Mar Chiquita y los bañados del Río Dulce fueron declarados Reserva Provincial de Uso Múltiple en 1994 y declarada Humedal de Importancia Internacional por la Convención Ramsar en 2002, por la riqueza de su biodiversidad en el ecosistema.
Desde 2017 se está trabajando para alcanzar la mayor protección a nivel nacional, luego de que se firmara un convenio marco de cooperación entre Nación, la provincia de Córdoba y la Administración de Parques Nacionales.
Hernán Casañas, director de la ONG Aves Argentinas, una de las principales organizaciones que impulsó la creación del parque nacional, señaló a la prensa: «queremos conservar este lugar a perpetuidad, es un ecosistema único. Estamos a tiempo de cambiar la situación acuciante en lo ambiental, la pérdida de biodiversidad viene a un ritmo inusitado en la historia».
Los parques nacionales son una herramienta para el desarrollo y para hacer crecer el sentido de pertenencia, que los argentinos nos sintamos orgullosos de lo nativo», aseguró Casañas y destacó que arribar a esa protección «le va a dar a la zona una visibilidad nacional e internacional inmejorable».
«Los parques son amortiguadores del cambio climático, conservar y restaurar los ambientes naturales es la mejor manera», explicó.
La laguna de Mar Chiquita y los Bañados del Río Dulce son un enorme humedal, de alrededor de un millón de hectáreas, donde solo el lago salado ronda las 600.000 hectáreas.
Es un hábitat único ya que en la región se encuentra el 66% de todas las especies de aves migratorias y playeras registradas en Argentina, y se concentran más de 380 especies de aves, casi el 36% de la avifauna total del país.
Mar Chiquita alberga las tres especies de flamencos que hay en Sudamérica, donde el flamenco austral, que es la especie más abundante y se la encuentra durante todo el año, cuenta con poblaciones de hasta 350 mil individuos, según el último censo.
Las costas de la laguna son el lugar ideal para observar aves acuáticas como el cisne coscoroba, tero real, gaviota capucho café, biguá, garza blanca, garza mora, entre otras.
En las inmediaciones de la laguna, según últimos estudios que hicieron las organizaciones con cámaras trampa, se observaron pumas, pecaríes y carpinchos y aguará guazú, entre otros mamíferos.
Las principales amenazas para este complejo ecosistema y para toda su fauna y flora en general están asociadas a la degradación del monte nativo, la tala, la caza, el sobrepastoreo, el avance de la frontera agrícola, la extracción de agua de los ríos que la alimentan, y posterior reducción de humedales, la contaminación del agua y el turismo no sustentable.