Haití sufrió el sábado último un sismo devastador de 7,2 grados en la escala Richter del que lucha por recuperarse con ayuda internacionales, y que ya causara una cifra reconocida de muertos de casi 1.419 personas, más de 6.900 heridos y unas 30.000 familias afectadas por daños ocasionados en sus viviendas.
Además, se activó ayer una alerta amarilla” ante la llegada de la depresión tropical Grace”, que amenaza con agravar aún más la búsqueda de sobrevivientes que todavía permanecen atrapados entre los escombros a causa del sismo.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (Usgs), el terremoto se produjo hacia las 8:30 locales (9:30 en argentina) y tuvo su epicentro a 12 kilómetros de la ciudad de Saint-Louis-du-Sud, a unos 160 kilómetros de la poblada capital haitiana, Puerto Príncipe. Al igual que el 12 de enero 2010, el sismo de ayer se produjo a lo largo de la zona de falla de Enriquillo-Plantain Garden.
Tras visitar las zonas afectadas, el primer ministro haitiano, Ariel Henry, calificó la situación como asfixiante” y aseguró que no hay tregua ante la emergencia”. Además, ordenó movilizar por completo todos los recursos” del Gobierno para ayudar a las víctimas del terremoto y apeló a la cooperación de la población para enfrentar esta dramática situación”.
Por su parte, ante este escenario, Cruz Roja Española creó el Fondo de Emergencias de 50.000 euros para apoyar las primeras labores de respuesta y el despliegue en Haití de dos personas para reforzar la delegación de la OMG, y habilitar un corredor humanitario en la República Dominicana.
Por su parte, Henrietta Fore, directora de la agencia de la ONU para la infancia, Unicef, expresó que en Haití las necesidades humanitarias en las zonas afectadas son agudas, ya que los servicios esenciales se han interrumpido”.
Los centros de salud, las escuelas y otras instalaciones e infraestructuras esenciales de las que dependen los niños y las familias también se han visto afectados, en algunos casos de forma irreparable”, agregó Fore, quien destacó que una década después del anterior terremoto, Haití se tambalea de nuevo”.
Asimismo, Haití aún vive con el impacto del catastrófico terremoto de 2010 que dejó unas 200.000 personas muertas. También, se suma el frágil escenario sociopolítico desde el asesinato ocurrido en julio pasado de su presidente Jovenel Moïse por un grupo de extranjeros armados y la designación provisoria del presidente del Senador Joseph Lambert.