En el año 2022, 13.091 toneladas de residuos fueron recicladas en la ciudad. Es decir, no fueron arrojadas a Piedras Blancas y su procesamiento permitió la conversión de los desechos en diversos productos de la Economía Circular.
La cifra casi duplica las 7.000 toneladas reunidas en 2021 y es más del triple de lo que la Municipalidad de Córdoba recolectaba en 2019, antes del inicio de la actual gestión municipal (3.982).
En este marco, la creación del primer Centro de Transferencia de Residuos hizo un aporte más que importante para alcanzar esta cifra: Más de la mitad de todo lo recolectado en 2022 provino del CTR inaugurado en julio de 2021, ubicado en la intersección de las avenidas Rancagua y Circunvalación, en la zona norte de la ciudad.
El año pasado este predio recibió 7.306 toneladas, es decir, casi el 56 por ciento de todos los materiales reciclables que fueron aportados por vecinos e instituciones a lo largo del año.
El CTR recibe distintos tipos de materiales y trabaja aprovechando todos los residuos, incluso aquellos de valorización energética. Tres fracciones concentran casi la totalidad del volumen capturado: escombros, residuos para Combustible Derivado de Residuos y restos de poda.
Centros Verdes
A su vez, en los cinco Centros Verdes de la ciudad el trabajo gira en torno a residuos secos domiciliarios mayormente. El año pasado marcó un nuevo récord de 1.857 toneladas recuperadas, la cifra duplica ampliamente a las 707 toneladas registradas en 2019.
Esos números agrupan las acciones realizadas junto a los Eco Aliados, la recolección en los Eco Puntos, campañas en eventos y el sistema de recolección diferenciada.
Más del 80% de los materiales procesados en los Centros Verdes está compuesto por celulósicos, vidrios y plásticos, entre otros que son vendidos mediante subasta electrónica.
Otra fuente importante de residuos secos proviene del Área Central, que sumaron 3.562 toneladas de celulósicos al volumen general de reciclado.
Es importante puntualizar que tanto el CTR Rancagua como los Centros Verdes trabajan con “residuo cero”. Esto quiere decir que nada de lo ingresado se entierra en el predio de Piedras Blancas.