Las potencias europeas dieron un ultimátum de ocho días a Nicolás Maduro para convocar elecciones. De lo contrario indicaron que reconocerán a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, mientras en el Consejo se Seguridad de la ONU Rusia acusó a Estados Unidos de «orquestar un golpe de Estado».
Hasta ahora, la Unión Europea se había mantenido prudente en pos de una posición común de sus 28 miembros. Sin embargo, hoy España, Francia, Reino Unido y Alemania lanzaron un ultimátum al presidente venezolano Nicolás Maduro, afirmando que reconocerían al opositor Juan Guaidó como presidente si no se convocan elecciones en ocho días.
«Si en el plazo de ocho días no hay una convocatoria de elecciones justas, libres y transparentes en Venezuela, España reconocerá a Juan Guaidó como presidente de Venezuela», afirmó el presidente del gobierno español Pedro Sánchez en una comparecencia televisada, en el posicionamiento más explícito de un Estado miembro de la Unión Europea desde la autoproclamación del líder parlamentario opositor como presidente interino.
El canciller británico Jeremy Hunt afirmó que «Guaidó es la persona necesaria para lograr que Venezuela avance» y también reclamó que se anuncien «nuevas elecciones imparciales en ocho días».
Poco después, la Unión Europea aseguró también que «tomará medidas» si no se convocan elecciones «en los próximos días», declaró la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
Horas más tarde el pulso se trasladó al Consejo de Seguridad de la ONU, que aborda la crisis venezolana a petición de Estados Unidos.
El proyecto estadounidense de declaración del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Venezuela pedía otorgar «un apoyo pleno» a la Asamblea Nacional dirigida por el opositor Juan Guaidó, fue bloqueado hoy a la mañana por Rusia y China, indicaron fuentes diplomáticas.
El texto destacaba el compromiso de la Asamblea con la restauración de la democracia y el Estado de Derecho en Venezuela, subrayaba la falta de legitimidad del último proceso electoral y condenaba el recurso a la violencia de las fuerzas de seguridad contra manifestantes opositores.
Todas esas menciones fueron rechazadas por Rusia, que con el apoyo de China rompió un protocolo de silencio entre los 15 integrantes del Consejo que apuntaba a lograr una adopción del documento.
El debate transcurría con la asistencia del canciller venezolano, Jorge Arreaza.
El proyecto está ahora enterrado, y un texto propuesto por Rusia se limita a pedir un diálogo político en Venezuela, lo cual es inaceptable para Estados Unidos.
Ahora, a pedido de Washington, una reunión del Consejo de Seguridad está prevista para esta tarde en la sede de la ONU, en presencia de los cancilleres de Estados Unidos y Venezuela. Rusia intenta aún anular la reunión con un voto de procedimiento, pero muchos países de la región quieren tomar la palabra.