LONDRES.- Con la soga al cuello en su propio país, cada vez más aislada por sus socios europeos, la primera ministra británica Theresa May anunció ayer que pedirá una segunda prórroga del Brexit a la Unión Europea (UE) para evitar una salida salvaje del Reino Unido el próximo 12 de abril. En un gesto desesperado, la premier convocó al principal partido de la oposición a sentarse a buscar juntos una solución al estancamiento del proceso en la Cámara de los Comunes, aunque la primera respuesta devuelta por Europa no fue la más auspiciosa (ver La UE…).
Casi tres años después del referéndum de 2016, con la fecha inicial fijada para el Brexit ya vencida (29 de marzo de 2019) y la nueva a la vuelta de la esquina (12 de abril), el proceso británico se encamina hacia un callejón sin salida. El Acuerdo de Retirada que la primera ministra firmó con Bruselas fue rechazado ya tres veces por el Parlamento, pero los diputados tampoco lograron acordar ninguna opción alternativa. Luego de quitarle el control del proceso al Ejecutivo, la Cámara de los Comunes también fracasó el lunes en su intento de buscar otra salida al impopular acuerdo del Brexit.
A menos de diez días del nuevo límite impuesto por Bruselas para hallar una solución, el Parlamento no pudo avanzar en efecto en ninguna de las alternativas puestas sobre la mesa. Ninguna de las cuatro mociones consideradas en la segunda jornada de “votos indicativos” logró mayoría: ni abandonar el bloque pero mantener una unión aduanera con la UE; ni mantener al país dentro del mercado único europeo; ni convocar a un segundo referéndum; o simplemente revocar todo el proceso si no se alcanza un acuerdo. Ninguna de las opciones consiguió mayoría de votos en el cuerpo.
Ante esta situación, May convocó ayer a un maratónico Consejo de Ministros que duró nueve horas, al término del cual anunció su decisión de pedir una nueva ampliación del plazo a Bruselas y convocar al Partido Laborista a buscar una solución conjunta. “Se que algunos están tan hartos de las demoras y de los interminables debates que les gustaría salir (de la UE) sin un acuerdo la semana que viene”, afirmó May, pero insistió en que “irse con un trato es la mejor solución”. “Por lo tanto, necesitaremos una nueva ampliación del Artículo 50 (del tratado europeo, que fija la fecha de salida), que sea lo más breve posible y que concluya cuando aprobemos un acuerdo”, agregó la premier, que propuso “sentarme con el líder de la oposición y tratar de acordar un plan para garantizar que abandonemos la UE con un acuerdo”.
Si bien la invitación fue aceptada de inmediato por el laborista Jeremy Corbyn, al mismo tiempo May aclaró que el plan tendría que ajustarse al Tratado de Retirada ya sellado con los líderes europeos, que no están dispuestos a reabrirlo. Por lo que el margen de negociación sólo se podrá centrar en “la futura relación que Londres quiere construir con la UE”, subrayó May.