WASHINGTON.- El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, reclamó ayer a la ONU que reconozca al líder opositor Juan Guaidó como presidente de Venezuela, y exigió la renuncia del “dictador” Nicolás Maduro, que se aferra al poder con el apoyo de Rusia y China. El funcionario volvió a esgrimir también la amenaza de una invasión norteamericana al país caribeño, aunque aseguró que su país aboga por una “transición pacífica”.
“Ha llegado la hora de que la ONU reconozca a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela y acepte a su representante en esta organización” sin demoras, afirmó Pence en tono admonitorio, en una reunión del Consejo de Seguridad impulsada justamente por Washington para tratar la crisis venezolana. El representante norteamericano aseguró que “Venezuela es un Estado fallido” y enfatizó que “Nicolás Maduro debe irse”, ya que de lo contrario “el caos y el sufrimiento se extenderán por la región”.
Pence miró al embajador venezolano ante el organismo, Samuel Moncada, y se dirigió directamente a él: “Usted no debería estar aquí”, le dijo. “Usted debería regresar a Venezuela y decirle a Maduro que llegó su hora, que llegó la hora de que se vaya”, arengó, al tiempo que admitió que si bien Washington aboga por una transición pacífica, lo mismo “todas las opciones están sobre la mesa”, en referencia a una posible invasión a Venezuela. Por fin, Pence recordó que la Organización de Estados Americanos (OEA) reconoció el martes al representante propuesto por Guaidó, Gustavo Tarre, en el organismo, mientras que anunció que presentará un proyecto en la Asamblea General de la ONU para que Guaidó sea reconocido como presidente interino venezolano.
Sin embargo, la ofensiva norteamericana se topa con el poder de veto de los Estado miembro del Consejo de Seguridad, algo que no existe en la Asamblea General de la ONU. En este sentido, tanto Rusia como China salieron a defender a Venezuela en la cumbre del organismo internacional: “De manera artificial, Estados Unidos ha creado una crisis” en Venezuela “con el objetivo de destituir a un líder legítimo y reemplazarlo con su títere”, denunció ante el Consejo de Seguridad el embajador de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia. Su par chino, Ma Zhaoxu, indicó que Pekín apoya a Venezuela “en sus esfuerzos para que se respete su soberanía” y “se opone a la intervención militar en Venezuela y al uso (político) de la llamada cuestión humanitaria”.