TÚNEZ.- La crisis migratoria parió una nueva tragedia en los mares que rodean a Europa: más de 80 personas que habían partido desde Libia naufragaron ayer ante las costas de Túnez y permanecen desaparecidas, según indicó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Un vocero de la OIM, Wajdi Ben Mhamed, pudo reunirse ayer con uno de los tres sobrevivientes que llegaron en las últimas horas al sur del país magrebí, quien relató que el barco en el que se trasladaba había naufragado el lunes a la noche y él pudo salvarse “in extremis”. “Precisó que la embarcación había partido de Libia (hacia Italia) el lunes con 86 pasajeros, hubo una fuga (era un bote neumático), y a causa de un movimiento, el barco volcó pocas horas después de la partida”, señaló Ben Mhamed. “Él no sabe qué pasó con el resto, han sido declarados desaparecidos, existe una gran probabilidad de que hayan muerto ahogados”, añadió el funcionario. A su vez, la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) visitó el centro de detención de Tayura, donde el miércoles murieron al menos 44 migrantes y refugiados a causa de un bombardeo aéreo. Niels Scott, de OCHA en Libia, aseguró que algunos sobrevivientes contaron que los guardianes del centro dispararon contra los refugiados cuando trataban de escapar del ataque aéreo. “Los cadáveres de quienes habían sido alcanzados por las balas se los llevaron en vehículos militares, antes de que llegaran las ambulancias. Dicen que han muerto 44 personas, pero yo conté al menos 60. Y creo que habrán muerto por lo menos 80”, aseveró uno de los testigos en El País. En ese contexto aciago, al otro lado del océano, el presidente Donald Trump salió a cruzar un informe de su propia Administración sobre las terribles condiciones de los centros de detención de migrantes en la frontera sur: “Si los inmigrantes ilegales están descontentos con las condiciones en los centros (…), sólo díganles que no vengan. ¡Todos los problemas solucionados!”, afirmó.