TEHERÁN.- La resucitada crisis del Golfo Pérsico se profundizó ayer un poco más cuando Irán anunció la detención de 17 ciudadanos iraníes supuestamente reclutados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos para espiar objetivos nucleares y militares del país, aunque poco después el presidente republicano Donald Trump negó la versión.
Los arrestos ocurrieron en los últimos meses, según aseguró un agente iraní de inteligencia en una conferencia de prensa, donde aseveró que los detenidos trabajaban en “lugares sensibles” de instalaciones militares y nucleares del país islámico. “Algunos fueron condenados a muerte y otros a largas penas de prisión”, completó.
Sin perder tiempo, el presidente republicano respondió vía Twitter, su medio preferido de comunicación: “El reporte de que Irán capturó a espías de las CIA es totalmente falso. Cero verdad. Sólo más mentiras y propaganda (como la de su dronne abatido)”, escribió Trump, quien agregó que la economía de Irán “está muerta” y pronosticó que “la situación va a empeorar”. “Irán es un desastre total”, afirmó en tono premonitorio. Como si no fuera suficientemente claro, horas después Trump reafirmó su postura ante la prensa al recibir al primer ministro paquistaní, Imran Khan, en Washington: “Resulta cada vez más difícil para mí lograr un acuerdo con Irán porque actúan muy mal”, declaró.
Ocurre que el anuncio se produce en medio de las renacidas tensiones con la República Islámica por el dominio del tráfico de petróleo en el Estrecho de Ormuz, donde el viernes detuvo a un buque petrolero británico que aún se niega a liberar (ver…). La propia Casa Blanca anunció el envío de fuerzas adicionales a Arabia Saudita en vistas a la creciente tensión en la zona, mientras que ayer solicitó a sus socios internacionales que colaboren en una misión militar conjunta, bautizada “Operación Centinela”, destinada a proteger el tránsito de petroleros comerciales por la boca del Golfo Pérsico. El Pentágono pretende sumar a sus socios en Europa, Asia y Medio Oriente en este esfuerzo naval que bien podría ser la preparación de una nueva guerra.
El Reino Unido apela a una fuerza europea
LONDRES.- El Reino Unido afirmó ayer que quiere crear una fuerza de protección marítima para el Golfo Pérsico liderada por Europa, luego de que Irán confiscase un petrolero con pabellón británico en medio de la creciente tensión en la región. El ministro británico de Exteriores, Jeremy Hunt, hizo el anuncio tras una reunión ministerial de emergencia para responder al incidente del viernes.
“Vamos a buscar crear una misión de protección marítima liderada por Europa para apoyar el paso seguro de los cargueros y la tripulaciones en esa región vital”, dijo Hunt en el Parlamento, enfatizando que Reino Unido no quería confrontar con Irán. “Vamos a intentar establecer esta misión cuanto antes”, indicó, agregando que “no formará parte de la política de máxima presión de Estados Unidos sobre Irán”.