NUEVA YORK.- Una docena de presidentes latinoamericanos se reunieron ayer con la delegación venezolana enviada por el líder político Juan Guaidó a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, con el objetivo de abordar la crisis social y humanitaria que atraviesa el país. En paralelo, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, recibió a su par de Venezuela, Nicolás Maduro, en un nuevo gesto de apoyo a su Gobierno.
En el marco del primer encuentro, los líderes resolvieron incrementar la presión diplomática al país vecino. El primero en hablar fue Julio Borges, el encargado de relaciones exteriores designado por Guaidó. “Lo peor que le puede pasar a Venezuela es que no pase nada. Les agradezco porque ya estamos cerca de la victoria”, expresó desde la sede neoyorquina de la ONU. “La presión diplomática de las voces democráticas ha sido efectiva, la dictadura está fracturada y débil y solo respaldada por el régimen cubano”, añadió.
En la reunión también estuvo presente el presidente estadounidense, Donald Trump, quien aludió a los “horrores” cometidos en Venezuela. “Nosotros hemos resuelto que el futuro del hemisferio occidental no será escrito por socialistas ni tiranos, sino por patriotas que aman la libertad”, afirmó.
Durante la misma jornada, pero al otro lado del mundo, el presidente Putin recibió a su par venezolano. Si bien Rusia reiteró su apoyo al gobierno de Maduro, también abogó por el diálogo con la oposición. En este sentido, advirtió que negarse a negociar sería una actitud irracional. “No hay ninguna duda de que estamos a favor del diálogo que usted, señor presidente, y su Gobierno están manteniendo con la oposición”, dijo Putin tras recibir a Maduro en el Kremlin.
Cabe recordar que el presidente venezolano fue reelegido en 2018 en unas elecciones consideradas ilegítimas por la oposición y parte de la comunidad internacional, especialmente Estados Unidos y el Grupo de Lima. No obstante, Rusia, China y Cuba respaldan el régimen de Maduro.
Con el objetivo de descomprimir la aguda crisis social que atraviesa el país vecino y que provocó un masivo desplazamiento de sus ciudadanos, Maduro convocó al diálogo la semana pasada, pero dejó al margen a Guadió, su principal adversario. No obstante, producto de esa mesa de diálogo, los diputados del chavismo decidieron reincorporarse el martes pasado a la Asamblea Nacional, controlada por la oposición (no asistían al Parlamento desde 2017).