MADRID.- Luego de cuatro días de furia por las protestas contra la condena a los ex líderes del proceso separatista, que anoche habían vuelto a registrar fuertes incidentes, Barcelona vivirá hoy una jornada crucial para la suerte del conflicto por la huelga general convocada como centro de confluencia de las “Marxes per la Llibertat” (Marchas por la libertad).
Miles de personas de toda Cataluña se vienen trasladando desde hace días para confluir en una gran movilización en la capital programada para hoy: desde Vilafranca del Penedès, Igualada, Manresa, La Garriga y Malgrat de Mar llegarán manifestantes a una Barcelona ya convulsionada por las protestas contra la sentencia del Tribunal Supremo de España contra sus líderes políticos.
Ayer mismo, la postal urbana de la ciudad era desoladora: autos calcinados, grúas retirando hierros retorcidos y contenedores de basura quemados en las calles, vecinos de-sorientados. Las manifestaciones volvieron a tomar empero el centro de la ciudad y se desarrollaban con normalidad hasta que, al anochecer, volvieron los disturbios cuando los “Mossos” (Policía Regional) tuvieron que intervenir para detener el avance de grupúsculos antifascistas y evitar que se enfrentaran a militantes ultraderechistas que se dirigían hacia los Jardinets de Gracia para atacar a su vez a los independentistas. Si bien los disturbios no alcanzaron la virulencia de las noches previas, hubo destrozos, incendio de contenedores, muebles de bares y nuevos enfrentamientos con la policía.
Aun así, la prueba de fuego ocurrirá hoy, con la confluencia de miles de catalanes de toda la región para manifestarse por la independencia de España. Las autoridades dispusieron por ello servicios mínimos en transporte, escuelas y empresas, así como también cortes de carreteras y calles, mientras que las principales actividades se verán resentidas por el paro general.
Acorralado por las protestas, que ayer hicieron epicentro en el Parlamento de Cataluña, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, prometió a su vez “volver a poner las urnas para (otro referéndum por) la autodeterminación”. “Si por poner las urnas para la autodeterminación nos condenan a cien años de cárcel, la respuesta es clara: deberán volverse a poner urnas para la autodeterminación”, afirmó Torra ante el Parlamento.