SANTIAGO DE CHILE.- La represión en Chile recrudece a tres semanas del inicio de las movilizaciones y protestas contra las políticas tomadas por el gobierno del presidente Sebastián Piñera.
Las denuncias por violaciones de derechos humanos escalaron en los últimos días y abarcan un gran espectro. Hay un récord mundial de heridos en los ojos, 20 muertos registrados en el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) y violencia sexual. También existen denuncias por los niños y adolescentes que son detenidos y reciben disparos y gases. Incluso aseguran que existen centros clandestinos de detención.
Pese a los intentos de Piñera por detener las sucesivas protestas, los chilenos continúan en las calles.
El viernes pasado, se congregaron alrededor de 500.000 personas en Santiago y, según cifras del Ministerio del Interior, hubo cuarenta lesionados. La marcha se realizó luego de que el presidente Piñera anunciara proyectos de ley que criminalizan la protesta y convocara al Consejo de Seguridad Nacional (Cosena).
Las iniciativas tienen, entre otros objetivos, desbaratar las exigencias de las exigencias sociales. En primer lugar, propuso darle urgencia a los proyectos legislativos contra saqueadores y manifestaciones violentas. Además, anunció nueve medidas con las que pretende robustecer la seguridad y el orden público en el país.
A última hora de ayer, el Gobierno de Chile confirmó el inicio de un proceso para crear una nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente. También manifestó que iniciará un diálogo con sectores sociales y políticos en la búsqueda de acuerdos.