SANTIAGO DE CHILE.- El manejo de la crisis chilena por parte del gobierno de Sebastián Piñera recibió ayer una nueva reprimenda internacional que profundiza la situación de fragilidad del jefe de Estado. Al llamado de atención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y de Amnistía Internacional (AI) por los excesos en la represión de las protestas, se sumó ayer un duro informe de Human Rights Watch (HRW) que denunció “graves violaciones a los derechos humanos”.
“Hay centenares de preocupantes denuncias sobre uso excesivo de la fuerza en las calles y abusos contra detenidos tales como golpizas brutales y abusos sexuales, que no pueden quedar impunes y deben ser pronta y rigurosamente investigadas y sancionadas”, advirtió José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW, que entregó en persona el informe a Piñera. La investigación de la organización denunció casos de “uso indiscriminado e indebido de armas de fuego y escopetas antidisturbios”; disparos directos de gas lacrimógeno contra los manifestantes; maltratos, abusos sexuales y torturas durante las detenciones y hasta denuncias de violaciones a los derechos humanos contra menores de edad.
“De las 442 querellas presentadas por el INDH (Instituto Nacional de Derechos Humanos) en representación de víctimas de abusos, 341 se refieren a señalamientos de torturas y trato inhumano, y 74 a denuncias de abusos sexuales. Numerosos detenidos afirman haber sido golpeados brutalmente por Carabineros. Otra de las acusaciones más frecuentes fue que Carabineros obligaron a detenidos, incluidos niños y niñas, a desvestirse y hacer sentadillas totalmente desnudos en comisarías”, puntualizó Vivanco, que presentó el informe a la ciudadanía e indicó que el organismo relevó más de 11.000 heridos, 1.110 con heridas moderadas o graves y 220 con lesiones oculares.
Desde el Gobierno, la subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren, aseveró que “valoramos el informe de HRW y las recomendaciones que nos han realizado, que hacen un llamado a incorporar reformas profundas en Carabineros, y un mayor control efectivo de la acción policial en situaciones de disturbios”.