WASHINGTON.- La carrera por la definición del candidato que enfrentará a Donald Trump en los comicios presidenciales de noviembre ingresó ayer en una fase decisiva por la mega jornada electoral apodada como Supermartes”, donde se repartirá el 34% de los sufragios totales de las primarias con la votación simultánea en 14 estados del país.
Pese a la remontada del ex vicepresidente de Barak Obama, Joe Biden, en los caucus” (asambleas ciudadanas) de Carolina del Sur, todas las miradas estaban puestas ayer en el senador socialista por Vermont Bernie Sanders, que llegaba como gran favorito para el comicio de un estado clave, California.
El candidato que gane en California tiene mucho hecho para ganar la nominación” del Partido Demócrata, advirtió Sanders en el multitudinario cierre de campaña realizado el domingo Los Ángeles. Creo que tenemos la mayor movilización de la historia en unas primarias en California”, celebró este hombre de 78 años que es favorito entre los votantes latinos y los jóvenes ansiosos de un cambio en un Estados Unidos ultraconservador.
Ocurre que este bastión liberal tiene más delegados que cualquier otro estado del país: como ejemplo, los cuatro primeros estados que habían votado hasta ayer (Iowa, New Hampshire, Nevada y Carolina del Sur) repartieron 155 delegados entre todos para la convención general de la que saldrá el candidato demócrata. California por si sola elige 415 delegados. El segundo estado más grande es Texas pero a buena distancia, con 228. Una victoria importante en California daría así al senador socialista una formidable ventaja en la carrera por la nominación del partido, acaso indescontable.
Ya lo entendieron así incluso algunos de sus rivales, que se bajaron de la carrera en las últimas horas antes del Supermartes”: el principal es Pete Buttigieg, el aspirante más joven de la interna (y el primer precandidato abiertamente homosexual de la historia) que había surgido como una promesa inesperada en el primer caucus” de Iowa, donde le peleó el triunfo voto a voto a Sanders, pero el fin de semana renunció a la carrera por la nominación. El lunes se sumó la senadora por Minnesota Amy Klobuchar, que renunció y apoyó a Biden.
Si bien tanto Buttigieg como Klobuchar intentaban presentarse como alternativas moderadas para atraer votantes centristas y hasta algunos republicanos, lo cierto es que su salida se parece más a una medida desesperada para trasladar votos a Biden, que aparece como la carta del establishment para frenar a Sanders.
La otra opción aspira a ser el magnate y ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, el candidato que más aparece en la televisión de Estados Unidos porque apostó una verdadera fortuna al Supermartes”, donde entrará formalmente en las primarias. Su fuerza es el dinero: dueño de un patrimonio de 60.000 millones de dólares, hasta el 24 de febrero había gastado más de 500 millones en anuncios de televisión, una media de 5,5 millones por día (190 millones más que todos sus rivales juntos). En las próximas horas se sabrá si su apuesta tuvo éxito o resultó un millonario fracaso.