WASHINGTON.- La violencia policial no se detiene en Estados Unidos pese a la ola de protestas antirracistas desatada por el asesinato de George Floyd. Esta vez, la víctima fatal fue Sean Monterrosa, un joven de 22 años hijo de un matrimonio de argentinos.
El hecho ocurrió en Vallejo, en el estado de California, en una de las protestas por el asesinato de Floyd, cuando un agente disparó contra Monterrosa pese a que él se había entregado a la policía, pensando que el joven portaba un arma. Según los medios de la zona, el lunes 8 a la medianoche, Monterrosa se encontraba en medio del saqueo de una farmacia en el marco de las protestas por Floyd.
Si bien la policía argumenta que el joven había intentado escapar, lo cierto es que Sean se detuvo, se arrodilló y puso sus manos en la cintura. Fue entonces cuando un policía le disparó suponiendo que Sean tenía un arma en la cintura, cuando en realidad era el martillo que portaba porque trabajaba de carpintero. Se estaba rindiendo… Lo ejecutaron”, denunció la hermana de Sean, Michelle Moterrosa, mientras que familiares y amigos reclaman justicia y denuncian abuso de poder” por parte de la policía, que intentó ocultar el caso durante días.
En este contexto, el presidente Donald Trump firmó ayer un decreto que busca propiciar una reforma de la policía, aunque en realidad apenas proporciona incentivos económicos a aquellos departamentos que mejoren su formación y estándares sobre el uso de la fuerza.