BRASILIA.- Los comicios enterraron el discurso de la antipolítica” que surgió con el Lava Jato, revivieron a los partidos y posicionaron a nuevas coaliciones de centroderecha y varios candidatos de izquierda para 2022. El propio mandatario intentó distanciarse ayer del magro desempeño de sus aliados y prefirió destacar el debilitamiento de la izquierda.
«La izquierda sufrió una histórica derrota en estas elecciones, en una clara señal de que la ola conservadora en 2018 llegó para mantenerse», tuiteó Bolsonaro, que hizo campaña por 13 candidatos a alcaldes, nueve de los cuales fueron derrotados duramente y dos deberán competir en una segunda vuelta, y apoyó a 45 postulantes a concejales, de los cuales solo 10 lograron una banca. «Mi ayuda a unos pocos candidatos a alcalde se resumió a cuatro lives de un total de tres horas», agregó para relativizar su participación.
El mandatario no se refirió, por ejemplo, a la victoria en San Pablo del centrista Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), Bruno Covas, con el 32,8%, que disputará el ballottage con Guilherme Boulos, del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (Psol), que sumó 20,2%, mientras que su candidato, Celso Russomanno, se ubicó cuarto con el 10,5%. Ni tampoco al ballottage que deberá enfrentar su postulante, el alcalde saliente Marcelo Crivella, en Río de Janeiro, con pésimas perspectivas.