El papa Francisco cerró ayer su histórica visita de tres días a Irak con un poderoso mensaje en el que llamó a la pacificación y la reconstrucción del convulsionado país de Medio Oriente. Las claves del discurso papal en su gira se pueden resumir en dos conceptos que Francisco repitió en todos los actos: el llamado a resistir a la tentación de la venganza” y decir no al terrorismo y a la instrumentalización de la religión” para hacer la guerra.
Francisco se despidió ayer del pueblo iraquí con un llamado a una reconstrucción” que tenga en cuenta a las minorías, especialmente a la diezmada población cristiana, en una recorrida por dos de las ciudades más golpeadas por la milicia del Estado Islámico (EI), Mosul y Qaraqosh (foto). Entre otros hitos de la primera visita de un papa al país islámico, Francisco se reunió el sábado con el gran ayatollah Ali al-Sistani, máxima autoridad del islam chiita, con quien resaltó la importancia del diálogo interreligioso para la unidad nacional.