El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva realizó su primer pronunciamiento después de que un juez de la Corte Suprema anulara las condenas de cárcel que pesaban en su contra. El lugar elegido para este hecho fue la sede del sindicato de metalúrgicos en Sao Bernardo do Campo, en el Estado de San Pablo, la cual tiene un valor simbólico de ser allí donde se entregó para cumplir una condena en su contra de la Operación Lava Jato, el 7 de abril de 2018.
Entre sus declaraciones más importantes, Lula aseguró: «Fui víctima de la mayor mentira jurídica» en 500 años de historia de Brasil. Además, aseguró que nunca perdió la confianza de que su situación se resolvería favorablemente. «Antes de entregarme dije que la verdad iba a vencer. Tenía tanta confianza y tanta conciencia de lo que ocurría en Brasil que tenía seguridad de lo que iba a ocurrir. Y ese día llegó», afirmó el exmandatario.
Consultado por su posibilidad de ser candidato, el político aseguró que por el momento no pasa por su cabeza ser candidato presidencial en 2022: «Mi cabeza no tiene tiempo para pensar en una candidatura en 2022». Y añadió que esa decisión «sólo se dará el año que viene», y entonces se sabrá si su grupo político, el Partido de los Trabajadores (PT), se presenta en solitario a las elecciones presidenciales o lo hace como parte de un «frente amplio».
Asimismo, criticó con dureza la gestión de Gobierno del presidente Jair Bolsonaro al afirmar que «este país no tiene Gobierno, está desordenado», principalmente por la forma en que condujo la crisis sanitaria del Covid-19.
«Su comportamiento no se corresponde con el que tiene que tener el presidente de la república en un mundo civilizado», afirmó Lula, quien pidió permiso para sacarse el barbijo antes de comenzar su conferencia de prensa y rindió un «homenaje a las víctimas del coronavirus».
A su vez, instó a los brasileños a «no seguir ninguna decisión imbécil» de Bolsonaro, un escéptico sobre las vacunas, para combatir la pandemia que ya mató a casi 270.000 personas en el país. «Quiero hacer propaganda para que el pueblo brasileño no siga ninguna decisión imbécil del presidente de la República ni del Ministerio de Salud. Vacúnense, vacúnense porque esa es una de las cosas que pueden librarnos del COVID-19», dijo Lula, quien adelantó que se vacunará, y que «no le importa de que país venga la vacuna».
En su presentación, el ex mandatario agradeció la «solidaridad» que le extendieron numerosas líderes que lo apoyaron en los últimos años, entre ellos el presidente de la Argentina, Alberto Fernández, y el papa Francisco. En ese sentido, rescató la actitud del presidente argentino, de quien dijo que en 2019 «tuvo la decencia y el coraje, como candidato a la presidencia de su país contra la extrema derecha», de visitarlo en la celda que ocupaba en la sede de la Policía Federal en Curitiba.
También agradeció al expresidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el exmandatario boliviano, Evo Morales y al Foro de San Pablo, que reúne a partidos de la izquierda latinoamericana.