La tensión crece día a día en la frontera entre Ucrania y Rusia, donde el gobierno de Vladimir Putin trasladó miles de tropas en la última semana, un despliegue que las potencias Occidentales amenazan con contrarrestar. El conflicto concentra las miradas del mundo entero, bajo el temor de que Putin propicie una invasión a Ucrania por la región de Crimea, anexada arbitrariamente por Rusia en 2014, lo que desató una guerra silenciosa aún abierta.
El fin de semana, la escalada de tensión se intensificó con la expulsión de distintos representantes diplomáticos por las partes en conflicto, tras las sanciones notificadas por la administración norteamericana de Joe Biden al gigante euroasiático. El último anuncio ocurrió ayer, cuando el gobierno de Rusia declaró personas no gratas a 20 diplomáticos de la República Checa y les dio menos de 48 horas para que abandonen el país, un día después de que Praga expulsara a 18 diplomáticos rusos bajo la acusación de espionaje. La cancillería rusa notificó al embajador checo en Moscú, Vitezslav Pivonka, que 20 funcionarios de su oficina fueron declarados ‘persona non grata’”, por lo que se les ordenó que abandonen” Rusia antes de que finalice el 19 de abril de 2021”, según informó el Kremlin.
Horas antes, el gobierno checo había expulsado a 18 diplomáticos rusos identificados por la inteligencia local como agentes de los servicios de seguridad SVR y GRU, sospechosos de estar involucrados en una explosión en 2014; aunque Moscú consideró que la medida respondía a una orden de Estados Unidos. En su deseo de complacer a Estados Unidos en el contexto de las recientes sanciones estadounidenses contra Rusia, las autoridades checas incluso superaron a sus amos del otro lado del charco”, sostuvo la cancillería rusa.
El jueves pasado, Washington anunció sanciones y la expulsión de 10 diplomáticos rusos en represalia por lo que consideró interferencia del Kremlin en las elecciones estadounidenses, un ciberataque masivo y otras actividades hostiles. Al día siguiente, Ucrania pidió la salida de su territorio del embajador ruso y Polonia anunció la expulsión de tres diplomáticos rusos por lo que consideró actividades perjudiciales” para el país.
En respuesta, el sábado, el cónsul de Ucrania en San Petersburgo, Alexander Sosoniuk, fue retenido durante varias horas por las fuerzas de seguridad rusas, acusado de recibir información secreta”, mientras que las autoridades le dieron 72 horas para salir del país, lo que generó el enojo de Kiev. En respuesta a dicha provocación, el diplomático de más alto rango de la embajada rusa en Kiev debe abandonar Ucrania en 72 horas, a partir del 19 de abril”, informó horas después la Cancillería ucraniana.
Simultáneamente, República Checa anunciaba que dieciocho empleados de la embajada rusa deben abandonar nuestra República en 48 horas”. Como ministro de Exteriores tomé la decisión de expulsar a todos los empleados de la embajada rusa en Praga señalados por nuestros servicios como agentes de los servicios secretos rusos”, informó el canciller checo Jan Hamacek.
El festival de expulsiones diplomáticas fue acompañado además de una intensificación de las presiones Occidentales sobre Rusia, en los más diversos frentes. El viernes, el presidente francés, Emmanuel Macron, recibió a su par ucraniano, Vladimir Zelenski, en una reunión a la que se sumó por videoconferencia la canciller alemana, Angela Merkel, para abordar la crisis con Rusia. Los tres líderes expresaron su preocupación por el incremento de tropas rusas en la frontera con Ucrania, así como en Crimea, anexionada ilegalmente” y exigieron su retirada para lograr la desescalada”, según un comunicado conjunto.
A la vez, altos funcionarios británicos informaron que el Reino Unido enviará en mayo dos buques de guerra de la Royal Navy hacia el Mar Negro para respaldar a Ucrania ante un virtual conflicto con Rusia. Además de los buques, aviones y submarinos también apoyarán a las naves en caso de que exista alguna amenaza de las fuerzas rusas.
Ayer, Estados Unidos advirtió sobre las consecuencias” que pagará Rusia si el líder opositor ruso Alexey Navalny muere en prisión, como advierten allegados al dirigente, mientras que Alemania anunció que los cancilleres de la Unión Europea (UE) discutirán hoy el deterioro de salud del dirigente, que se encuentra en huelga de hambre. El sábado, un doctor allegado a Navalny había alertado que su familia le entregó estudios que mostraban que el líder opositor tenía elevados niveles de potasio en sangre, lo que podía causarle una falla cardíaca, y signos de insuficiencia renal. Nuestro paciente puede morir en cualquier momento”, alertó el doctor Yaroslav Ashikhmin.
Si bien el Kremlin le quitó dramatismo a la situación al asegurar que Navalny recibirá la asistencia médica necesaria, la situación suma tensión al polvorín en que se ha convertido la frontera del este ucraniano.