Con el escrutinio del ballottage de Perú a punto de terminar, con el docente y sindicalista de izquierda Pedro Castillo a la cabeza por un estrecho pero consolidado margen, la candidata derechista Keiko Fujimori pidió al órgano electoral de Perú que anule 200.000 votos ya convalidados, como un último intento desesperado de evitar su derrota.
Fuerza Popular está presentando acciones de nulidad de 802 mesas a nivel nacional”, anunció Fujimori, quien afirmó que si sumamos esas mesas (…) y le agregamos las 1.200 actas observadas, que representan 300.000 votos, aquí todavía están en juego 500.000 votos”.
Sin embargo, su suerte parecía sellada: ayer mismo, la Fiscalía anticorrupción pidió la prisión preventiva para Fujimori, en el marco de la causa del Lava Jato. La ex congresista está acusada del delito de lavado de activos y, según el fiscal, viene incumpliendo las reglas impuestas para la excarcelación que le otorgaron en 2020, como la prohibición de comunicarse con testigos vinculados al caso de los aportes ilícitos a sus campañas en 2011 y en 2016.