Muchas de las muertes ocurrieron en caóticas estampidas mientras decenas de personas saqueaban comercios de comida, electrodomésticos y ropa en las provincias de Gauteng, donde quedan Pretoria y Johannesburgo, capitales administrativas y económicas del país, respectivamente, y de KwaZulu-Natal.
Las protestas se iniciaron luego de que Zuma, que es de esta última ciudad, comenzó a cumplir una condena de 15 meses de prisión por haber desacatado una orden de la Justicia de testificar en el marco de una investigación estatal de presuntos hecho de corrupción mientras fue presidente, entre 2009 y 2018.
Las protestas iniciales, la noche del jueves pasado, escalaron hasta convertirse en una ola de saqueos masivos y vandalismo en zonas desfavorecidas reservadas a personas negras, aunque por ahora no se han propagado a las demás provincias. El presidente Cyril Ramaphosa anunció el envío de 2.500 soldados para auxiliar a una policía desbordada por los disturbios para restaurar el orden” en las dos provincias.