Según una encuesta del instituto Ipec publicada a fines de junio, el 59% de los evangélicos dice no confiar” en el mandatario, porcentaje sorprendente teniendo en cuenta que el 70% de ellos votaron por Bolsonaro en la segunda vuelta de 2018.
Esta pérdida de apoyo entre los evangélicos muestra una tendencia que parece profundizarse: la popularidad del mandatario está en su punto más bajo. En mayo, una encuesta de Datafolha mostró que tenía un respaldo de apenas el 24%, contra el 37% que ostentaba en diciembre de 2020.
Para colmo, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva lo aventaja en las encuestas, lo que desató una campaña de Bolsonaro por denunciar fraude” en los aún lejanos comicios de 2022. Miles de personas se manifestaron de hecho ayer en su apoyo y contra el sistema de votación electrónica vigente desde 1996.
Si bien Bolsonaro no participó de la manifestación, sí pronunció un discurso donde reiteró sus críticas al actual sistema. Para los analistas, está preparando el terreno para impugnar el resultado en caso de perder la reelección en 2022, como hizo el ex presidente Donald Trump, su ídolo.
Para muchos evangélicos, incluso conservadores, hubo una radicalización de Bolsonaro ante la pandemia, en su agresividad, su defensa de la violencia, su aprecio por la dictadura”, explicó Ronilso Pacheco, investigador en teología de la Universidad de Columbia.