La Organización Mundial de la Salud (OMS) abrió ayer una nueva polémica global al exigir a los países ricos que suspendan por lo menos hasta fines de septiembre” sus planes de administrar una tercera dosis contra el coronavirus a su población, con el objetivo de reforzar la inmunización frente a la variante Delta, e instó a donar esas vacunas a aquellos Estados que tienen más dificultades en el acceso al inmunizante.
Necesitamos cambiar las cosas urgentemente: que la mayoría de vacunas dejen de ir a los países ricos para que vayan a los pobres”, argumentó el director del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien señaló que la suspensión de esta inoculación de refuerzo tendría que durar al menos hasta finales de septiembre” para permitir así la inmunización de al menos el 10% de la población de cada país del mundo”.
La desigualdad en el acceso al inmunizante hace que los países de ingresos bajos solamente hayan administrado 1,5 dosis cada 100 personas, mientras esa cifra sube a cerca de 100 dosis cada 100 habitantes en las naciones ricas. Muchas de ellas están pensando ahora en administrar una tercera dosis de la vacuna a toda su población o a un sector ante el avance de la variante Delta del coronavirus, considerada más grave y contagiosa.
Israel fue el primero en ofrecer una dosis de refuerzo para los mayores de 60 años que recibieron la última inyección hace por lo menos cinco meses. Pero rápidamente la idea se expandió por el primer mundo: Alemania ya anunció una medida similar para personas inmunodeprimidas, adultos mayores y el personal sanitario; mientras Francia y el Reino Unido planean hacer lo mismo, según los medios locales. En nuestra región, Uruguay es el primer país en avanzar con la idea de una tercera dosis.
Entendemos la preocupación de los Gobiernos por proteger a sus poblaciones de la variante Delta, pero no podemos aceptar que los países que ya utilizaron la mayoría de los suministros de vacunas, utilicen todavía más, mientras que las poblaciones más vulnerables del mundo siguen sin protección”, reclamó empero el titular de la OMS, quien enfatizó que necesitamos cambiar las cosas urgentemente”.
Sin embargo, no tardaron en llegar las respuestas negativas: Estados Unidos rechazó ayer mismo el reclamo de la OMS al aseverar que definitivamente sentimos que es una elección falsa y que podemos hacer ambas cosas”, en palabras de la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, quien argumentó que su país tiene suficiente suministros como para distribuir vacunas en el extranjero y al mismo tiempo garantizar que todos sus ciudadanos reciban las dosis que necesitan.
Confirman la efectividad de la inmunización
El riesgo de infección por la variante Delta del coronavirus se reduce entre un 50% y 60% entre las personas con la pauta completa de vacunación, según reveló un amplio estudio inglés sobre la prevalencia del virus.
Los investigadores del Imperial College de Londres señalaron que las personas que declararon haber recibido dos dosis de la vacuna tenían la mitad de probabilidades de dar positivo en la prueba de Covid-19, teniendo en cuenta también otros factores como la edad y el hecho de que las personas examinadas tuvieran o no síntomas de la enfermedad.
En el caso de quienes sí tenían síntomas de Covid-19, la eficacia de la vacunación completa se elevó a alrededor del 59%, según el estudio, que abarcó un periodo en el que la variante Delta desplazó por completo a la cepa Alfa, hasta entonces dominante.
El estudio detectó además que el vínculo entre las infecciones y las hospitalizaciones, que antes se había debilitado, se empezó a reforzar con la propagación de Delta entre los jóvenes, que en general no estaban completamente vacunados.