La empresa farmacéutica estadounidense Moderna inició la fase I de los ensayos clínicos de su vacuna experimental contra el VIH, según una actualización realizada en el registro de ensayos clínicos de los Institutos Nacionales de Salud de los EE.UU.
En los estudios estarán a prueba dos vacunas candidatas que se basan en una plataforma de ARN mensajero: mRNA-1644 y mRNA-1644v2-Core. Esta tecnología es la misma que utiliza la compañía para su vacuna contra el COVID-19.
Las vacunas tienen el objetivo de prevenir la infección, es decir, que no está dirigida a personas que ya viven con el virus. Es así que los ensayos incluirán a 56 participantes VIH negativos de entre 18 y 56 años. Si el inmunizante supera esta fase inicial el número de participantes se ampliará en las siguientes etapas.
Las evaluaciones se centrarán en la seguridad de la vacuna, es decir, si la toleran normalmente los voluntarios, quienes serán monitoreados durante nueve meses. También se analizará la inmunogenicidad de la vacuna durante 10 meses; en otras palabras, si logra generar una respuesta inmune. La eficacia se medirá en la fase III, como sucede siempre en estos estudios.
El patrocinador del ensayo es el International AIDS Vaccine Initiative. Colaboran ModernaTX, la Universidad de Texas en San Antonio, la Universidad George Washington, Universidad Emory y Fred Hutchinson Cancer Research Center.
Según explicaron sus desarrolladores el enfoque de la vacuna es generar anticuerpos neutralizantes de amplio espectro”, que se adhieren a áreas que muchas variantes del VIH tienen en común.
La organización International AIDS Vaccine Initiative y el Scripps Research Institute publicaron recientemente los resultados de un paso preliminar al ensayo que muestra que su vacuna candidata estimula la producción de células inmunes raras”, que producen justamente este tipo de anticuerpos.
A través de varias dosis, se buscará educar” poco a poco a los linfocitos B que producen los anticuerpos. Los investigadores también esperan entrenar a otros linfocitos, los T”, para eliminar las células que hayan sido infectadas.
William Schief, el inmunólogo que lidera el desarrollo de esta vacuna dijo que este inmunizante, convierte las células en fábricas de vacunas” una cuya tecnología que ya ha sido probada contra el COVID-19. Además tiene la expectativa de que esta vacuna establezca un antes y un después contra el VIH”.