Todos los temores centrados en las amenazas golpistas del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, comenzaron a hacerse realidad ayer con las multitudinarias manifestaciones de sus seguidores convocadas por el Día de la Independencia, donde el mandatario ratificó sus advertencias rupturistas al afirmar que no acatará las decisiones del juez de la Corte Suprema que lo investiga por ataques contra la democracia y amenazar con no aceptar el resultado de las elecciones del año que viene e incluso con romper la división de poderes en el convulsionado país.
De hecho, por la tarde, el presidente ultraderechista inició un proceso de destino incierto que podría derivar en una ruptura constitucional: anunció la reunión del Consejo de la República, una entidad destinada a decidir un estado de sitio, la intervención federal o estado de conmoción nacional” que fue creada en 1990 por el entonces presidente Fernando Collor de Mello, que hoy es su aliado.
En dos manifestaciones -la primera en Brasilia por la mañana y por la tarde en San Pablo, con público por debajo de los 2.000.000 que pronosticó- Bolsonaro amenazó con salirse del Estado de Derecho y aseguró que nunca” será detenido, ya que sus opciones son entre la muerte y la victoria”. El blanco de sus críticas fue Alexandre de Moraes, juez del Supremo Tribunal Federal (STF) que lo investiga por acciones antidemocráticas: Cualquier decisión de Moraes, este presidente no la va a cumplir. La paciencia del pueblo ya se agotó, tiene tiempo él todavía de poner las barbas en remojo y ocuparse de su vida. Para nosotros el no existe más”, afirmó Bolsonaro.
El mandatario incluso pidió al titular del STF, Luiz Fux, que controle a Moraes: O el jefe de ese poder (la Corte) pone en caja a uno de los jueces de la Corte o ese poder puede sufrir aquello que no queremos que ocurra”, amenazó e insistió: El que actúe fuera de la ley que se encuadre o se prepare para irse”, ante la multitud reunida en Brasilia, que le pedía al mandatario usar el Ejército para destituir al magistrado. No aceptamos medidas o acciones fuera de la Constitución. Tampoco podemos seguir aceptando que una persona específica siga barbarizando a nuestra población. No podemos aceptar más prisiones políticas en nuestro Brasil”, argumentó el mandatario, quien dijo que convocará a los ministros y presidentes del Senado, Diputados y la Corte para mostrarles una fotografía de la manifestación. Les mostraré hacia donde tendremos que ir”, subrayó Bolsonaro, quien en varios tramos de su discurso repitió que sólo Dios” lo sacará de la Presidencia y enfatizó: Me sacarán muerto o con la victoria”.
Poco después, anunció la convocatoria del Consejo de la República, que fue utilizado sólo una vez en la historia en 2018, cuando el entonces presidente Michel Temer decidió intervenir militarmente el estado de Rio de Janeiro. El órgano es encabezado por el presidente, el vicepresidente, los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado, los líderes de bloques parlamentarios y personas de la sociedad civil designadas por los jefes de los poderes; pero no lo integra nadie de la Corte Suprema. Su función es pronunciarse sobre el llamado de un estado de sitio, estado de defensa, intervención federal y cuestiones relativas a la estabilidad institucional.
Estimula el odio y la violencia”
El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, acusó al mandatario Jair Bolsonaro de estimular la división, el odio y la violencia” en el país, en la previa de las manifestaciones convocadas por la ultraderecha para reclamar la intervención en el Supremo Tribunal Federal (STF), que investiga al bolsonarismo por montar redes de financiamiento de acciones golpistas.
En lugar de sumar, Bolsonaro estimula la división, el odio y la violencia”, dijo Lula, quien cuestionó la forma del ex capitán del Ejército a la hora de gobernar. Este es el papel de un Presidente: mantener encendida la confianza en el presente y en el futuro, mostrar que es posible superar los obstáculos. Un presidente tiene que saber sumar fuerzas”, dijo el líder del PT.
Jueces piden por la democracia
Dos de los jueces más atacados por Jair Bolsonaro, el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Luís Barroso, y el juez del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, llamaron a respetar la democracia. Brasil, una pasión. Blancos, negros e indígenas. Civiles y militares. Liberales, conservadores y progresistas.
Desde el ‘88, la voluntad del pueblo: FHC (Fernando Henrique Cardoso), (Luiz Inácio) Lula (da Silva), Dilma (Rousseff) y (Jair) Bolsonaro. Elecciones libres, limpias y seguras. El amor a Brasil y a la democracia nos une. Sin vuelta al pasado”, escribió Barroso. Moraes, a su vez, pidió conmemorar nuestra independencia, que garantizó nuestra libertad y que solamente se fortalece con un respeto absoluto a la democracia”.