Las protestas en Río de Janeiro, Salvador, San Pablo y Brasilia, además de un centenar de ciudades más pequeñas, reunieron a miles de personas bajo el grito Fuera Bolsonaro”.
Unas horas antes, la Fiscalía de Brasil había señalado a Bolsonaro como responsable de la organización de las manifestaciones del 7 septiembre, que consideró como actos antidemocráticos”, y remitió esta definición al Supremo Tribunal Federal, que deberá decidir si inicia una investigación.
Además de la pobreza, el desempleo y una gestión de la pandemia que dejó 600.000 muertos, en el Parlamento brasileño hay más de un centenar de pedidos de juicio político a Bolsonaro, quien vio caer su nivel de popularidad al 22%, el más bajo en toda su gestión.