Los desacuerdos y persistentes ataques rusos en las principales ciudades de Ucrania volvieron a impedir ayer la salida de decenas de miles de civiles que atraviesan una situación límite en ciudades encerradas y desabastecidas; mientras ambos países no lograron grandes progresos en la tercera ronda de conversaciones por la paz desde el inicio de la invasión.
Los delegados de Ucrania y de Rusia se volvieron a reunir ayer, en efecto, en busca de una salida a la guerra que sacude a Europa, aunque finalmente se lograron “pequeños avances” sobre la creación de corredores humanitarios seguros en medio del conflicto bélico. Así lo informó el asesor presidencial ucraniano, Mykhailo Podoliak, quien en la red social Twitter anunció que “se harán cambios y se prestará una ayuda más eficaz a quienes sufren la agresión de la Federación Rusa”. Sin embargo, el negociador ruso, Vladimir Medinsky, salió a relativizar pronto el entusiasmo ucraniano al aclarar que la ronda de negociaciones “no estuvo a la altura de las expectativas de Moscú”, que espera resultados “más significativos” en el futuro.
El presidente Vladimir Putin ratificó a su vez las condiciones para levantar las armas, que son tres: el Gobierno ucranio debe reconocer la península de Crimea como rusa y las autodenominadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk como territorios independientes. Debe, además, rubricar en su Constitución un estatus “neutral” que le impida unirse a cualquier bloque occidental, especialmente la OTAN. Y debe aceptar una desmilitarización total. “Estamos concluyendo la desmilitarización de Ucrania”, afirmó el portavoz del Kremlin, Dimítri Peskov, quien aseveró que “lo vamos a conseguir, pero si detienen ahora su acción militar, nadie va a seguir disparando”.
Sin embargo, la respuesta del presidente ucraniano Volodímir Zelenski fue fulminante: dijo que no aceptará el “ultimátum” ruso para frenar los ataques y le pidió que salga de su “burbuja” y permita el “diálogo”. “Lo que Putin debe hacer es empezar el diálogo en lugar de vivir en una burbuja informativa sin oxígeno”, fustigó.
Ya por la mañana, había fracasado un nuevo intento de establecer un corredor humanitario cuando Rusia detuvo sus ataques en Mariupol, Kiev y Jarkov, entre otras ciudades, pero Ucrania rechazó la propuesta porque la mitad de ellos se dirigían a Bielorrusia y al propio país invasor. El Gobierno chino, por su parte, se manifestó “dispuesto” a ayudar en las negociaciones de paz y hasta se propuso como mediador si es necesario.