Putin declaró ayer en su discurso sobre el estrado de la nación que Rusia suspendía su participación en el tratado New START de 2010 y que no puede aceptar las inspecciones estadounidenses de sus instalaciones nucleares en virtud del pacto mientras Washington y sus aliados de la OTAN declaran abiertamente que buscan la derrota rusa en Ucrania.
El presidente ruso enfatizó que Moscú no se retiraría del pacto por completo, y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que el país respetaría los límites de armas nucleares establecidos en el tratado y seguiría notificando a Estados Unidos sobre los lanzamientos de prueba de misiles balísticos.
Dmitri Medvedev, ex presidente ruso y actual subjefe del Consejo de Seguridad de Rusia presidido por Putin, enfatizó hoy que la suspensión de la participación de Rusia en el pacto fue una señal para Estados Unidos de que Moscú está listo para usar armas nucleares para protegerse.
“Si Estados Unidos quiere la derrota de Rusia, tenemos derecho a defendernos con cualquier arma, incluida la nuclear”, dijo Medvedev en su canal de la aplicación de mensajería Telegram.
“Que las élites estadounidenses que han perdido el contacto con la realidad piensen en lo que obtuvieron. Si Estados Unidos quiere que Rusia sea derrotada, estamos al borde de un conflicto global”, agregó, informó la agencia de noticias rusa Interfax.
Leonid Slutsky, jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja, o Duma estatal, enfatizó que la suspensión es “reversible y puede revisarse si nuestros oponentes occidentales vuelven a la razón y se dan cuenta de su responsabilidad por destruir el sistema de seguridad global”.
El viceministro de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov, también señaló que dependería de Putin decidir si Moscú podría volver al pacto.
“El presidente determinará si surgen las condiciones para revisar o aclarar la decisión de ayer y cuándo”, dijo a periodistas en Moscú.
Riabkov señaló que la capacidad de vigilancia de Rusia le permitirá realizar un seguimiento de las fuerzas nucleares de Estados Unidos incluso sin los intercambios de datos e inspecciones previstos por el Nuevo START.
“Sin duda, seguiremos muy de cerca las acciones de Estados Unidos y sus aliados y tomaremos más contramedidas si es necesario”, dijo Ryabkov.