La reina más longeva con el reinado más extenso en el Reino Unido dio su último adiós. Isabel II falleció ayer a los 96 años, en la nación de la cual fue su soberana por casi 70 años. La monarca fue testigo de importantes cambios mundiales, entre ellos una Guerra Mundial con la posterior reconstrucción de Europa, transformaciones sociales, políticas y económicas a lo largo de las décadas, la Guerra de Malvinas con Argentina, la llegada de la digitalización y hasta una pandemia. Amada y rechazada por su mismo pueblo, se constituyó en un símbolo de época en un país que actualmente atraviesa una crisis económica que genera descontento en su población.
Elizabeth Alexandra Mary nació el 21 de abril de 1926, en Londres. Su infancia y educación estuvieron impregnadas por lo que sería el rol más importante de su vida: ser la reina del Reino Unido. Si bien la futura monarca no estaba destinada a reinar, la abdicación de su tío Eduardo VIII para casarse con la estadounidense Wallis Simpson cambió la sucesión y su padre, Jorge VI, subió al trono en 1936. Así, Isabel se convirtió en heredera con solo diez años.
Asumió el 6 de febrero de 1952, el mismo día en el cual murió su padre por un cáncer de pulmón. Tenía tan solo 25 años. La noticia sorprendió a la futura reina en Kenia, en una gira por la Commonwealth con su esposo Felipe de Edimburgo con quien se casó en 1947. A su regreso, fue recibida por Winston Churchill, vestido de riguroso luto, convirtiéndose en el primero de los 15 primeros ministros con los que se reunió durante sus siete décadas de reinado. La última fue Liz Truss quien asumió como primera ministra esta semana.
Fue coronada el 2 de junio de 1953 en la Abadía de Westminster, donde se realizan todas las coronaciones de reyes británicos desde 1066. Fue la primera coronación televisada en el mundo. Además de ser la soberana del Reino Unido, también lo fue de los estados miembros de la Mancomunidad de Naciones. Además fue la gobernadora suprema de la Iglesia de Inglaterra.
Llevar la corona real significó ser una importante figura política, con funciones constitucionales, y representante de su nación ante el mundo. Tomó un rol protagónico en algunos conflictos, como el de Irlanda del Norte donde ayudó a normalizar las relaciones anglo irlandesas. Con respecto a nuestro país, llegó a prometer que defendería la ocupación militar británica en Gibraltar y en las islas Malvinas.
“Mi gobierno garantizará la seguridad, buena gobernanza y desarrollo de los territorios de ultramar, incluida la protección del derecho de los habitantes de las Falklands (Malvinas) y de los gibraltareños a determinar sus futuros políticos”, declaró en 2013.
Miles de británicos despidieron a su reina con tributos
Una multitud se congregó ayer para despedir a Isabel II en las afueras del Palacio de Buckingham, en la capital londinense. El edificio se llenó de cartas, banderas británicas con imágenes de la monarca, velas y flores que miles de personas dejaron fuera del Palacio pese a la persistente lluvia.
La reina falleció en Escocia y se espera que se active un protocolo, el cual incluye una ceremonia familiar hasta finalizar en el Palacio de Buckingham antes de la gran procesión ceremonial en Londres cinco días más tarde.
Mientras tanto, líderes del mundo despidieron a la monarca. Desde el presidente estadounidense Joe Biden hasta el venezolano Nicolás Maduro, pasando por Naciones Unidas y los presidentes de los estados europeos, muchos mandatarios y personalidades de la política mundial hicieron manifiesto su pésame.
Desde la Familia Real emitieron un comunicado, firmado por Carlos III, su hijo mayor y nuevo rey: “La muerte de mi adorada Madre, Su Majestad la Reina, es un momento de gran tristeza para mí y todos los miembros de mi familia. Sé que su pérdida se sentirá profundamente alrededor del país y por incontables personas alrededor del mundo”.