Los líderes mundiales abrieron su reunión anual en la Asamblea General de la ONU ayer, en Nueva York, bajo la sombra de crecientes divisiones globales, grandes guerras en Gaza, Ucrania y Sudán y la amenaza de un conflicto aún mayor en todo el Medio Oriente. El debate, en el que hablaran los líderes de 193 países, se extenderá hasta el lunes. Como ya es tradición, comenzó con los discursos del presidente de la Asamblea General Philemon Yang y del secretario general de la ONU Antonio Guterres, para ser seguidos por Brasil y Estados Unidos.
El grado de impunidad en el mundo es “moralmente intolerable”, denunció Guterres, quien criticó a los países que “hacen cualquier cosa sin ningún tipo de responsabilidad”. Y lamentó: “No podemos seguir así”. Guterres señaló los tres males mayores que afectan al mundo: “la impunidad, que se repite en todos los grandes conflictos actuales -en Gaza, Líbano, Ucrania o Sudán-; la desigualdad, que se agrava cada vez más entre los países y dentro de las fronteras de estos; y la incertidumbre que generan el cambio climático y una inteligencia artificial (IA) descontrolada”.
Luego, Joe Biden, de 81 años, y más de medio siglo de carrera política, se despidió de la Asamblea General de las Naciones Unidas. “Algunas cosas son más importantes que permanecer en el poder”, dijo. “Estamos aquí para servir a la gente. No al revés”.
Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, criticó a la ONU por su inacción en Gaza. “No sólo los niños, sino también el sistema de la ONU están muriendo en Gaza”, dijo Erdogan. “La verdad, los valores que Occidente dice defender, están muriendo… Pregunto abiertamente: Oigan, las organizaciones de derechos humanos, ¿no son seres humanos los que están en Gaza y Cisjordania?”.
Por último, el presidente salvadoreño Nayib Bukele dijo que “hoy el mundo libre ya no es libre” y ante una nueva “era oscura” de la humanidad, El Salvador es un pequeño refugió para “mantener la esperanza”. Y sumó: “En los últimos cinco años, El Salvador renació, devolvimos las calles de nuestro país a nuestra gente. Hicimos de nuestra Nación, que fue la de la capital mundial de homicidios, el país más seguro de todo el hemisferio occidental. Estamos al alcance de la verdadera independencia, de la salvación plena”.
Lula llamó a defender las democracias
Como marca la tradición, el presidente de Brasil fue el primero en hablar ayer frente a la Asamblea General de la ONU, en Nueva York. Lula da Silva llamó a defender la democracia y a luchar contra las desigualdades y el hambre en el mundo.
“En Gaza y Cisjordania asistimos a una de las mayores crisis humanitarias de la historia reciente, que ahora se extiende peligrosamente al Líbano. Lo que comenzó como una acción terrorista de fanáticos contra civiles israelíes inocentes se ha convertido en el castigo colectivo de todo el pueblo palestino”, afirmó Lula.
Quien también habló fue el colombiano Gustavo Petro. “Los que no tenemos ese poder de destrucción, los que tenemos el poder de sostener la vida en el planeta hablamos sin mucha atención prestada y muchas veces solo para nuestros propios pueblos. Por eso no nos escuchan cuando pedimos que se detenga el genocidio en Gaza, aunque seamos la mayoría de los presidentes del mundo y representantes de la mayor parte de la humanidad, esos país no nos escuchan”, aseveró.
Y criticó a Banjemin Netanyahu: “Es un héroe para el 1% de la humanidad porque es capaz de mostrar que los pueblos se destruyen bajo las bombas”, afirmó. Por su parte, el chileno Gabriel Boric destacó la importancia de la ONU y consideró que debería adaptarse a los tiempos actuales. “El mundo del 2024 no es el de 1945”, dijo, y propuso incluir a Brasil, India y un país africano como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.