Kamala Harris y Donald Trump han estado intercambiando insultos mientras la carrera por la Casa Blanca entra en la recta final. Las elecciones en Estados Unidos son el 5 de noviembre, y son una de las más reñidas de la historia, lo que explica el tono cada vez más mordaz de los candidatos.
Trump viene descalificando a Harris desde que la vicepresidente tomó la candidatura demócrata que abandonó Joe Biden a mitad de año. Pero Kamala había guardado las formas hasta un evento televisivo el miércoles, cuando dijo que cree que su oponente es un “fascista” y que Trump quiere “poder sin control”.
El magnate respondió diciendo que Harris tiene una “mente retorcida” y es una “amenaza para la democracia”. Kamala Harris fue a un suburbio de Filadelfia el miércoles por la noche para una reunión pública de CNN, donde enfrentó preguntas de votantes indecisos.
El evento se organizó después de que Trump se negara a participar en un segundo debate con ella. Cuando Anderson Cooper de CNN le preguntó si cree que Trump es un fascista, Harris respondió sin rodeos.
“Sí, lo hago”, dijo. Su respuesta llegó poco después de que John Kelly, exjefe de gabinete de Trump, utilizara el mismo término para describir al candidato republicano. Trump, por su parte, ama los insultos y las descalificaciones.
Y Harris ha recibido toneladas de ellos desde que se subió a la contienda. Al insulto de fascita, Trump respondió en su plataforma Truth Social, escribiendo: “Ella está elevando cada vez más su retórica, llegando incluso a llamarme Adolf Hitler y cualquier otra cosa que le venga a su mente retorcida”.