Israel arrasó este viernes un distrito del norte de Gaza tras dar a las familias un aviso de media hora para que evacuaran y atacó una iglesia cristiana ortodoxa en la que se habían refugiado decenas de personas. Además, comenzó a evacuar una ciudad próxima a su frontera norte con el Líbano en el último indicio de que una posible invasión terrestre del sitiado enclave palestino podría desencadenar disturbios en la región.
Mientras tanto, los palestinos en Gaza reportaron intensos ataques aéreos sobre la localidad sureña de Khan Younis, y ambulancias con hombres, mujeres y niños se dirigieron al hospital Nasser, el segundo más grande de Gaza, que está desbordado de pacientes y personas que buscan refugio. El Ejército israelí precisó que alcanzó más de 100 objetivos en toda Gaza vinculados a Hamás, incluyendo un túnel y depósitos de armas.
Anoche, el Ministerio del Interior del gobierno de Hamás afirmó que muchos desplazados que se encontraban en una iglesia en Gaza murieron y otros resultaron heridos por un bombardeo israelí en esa ciudad del enclave palestino. Según fuentes de Cáritas Jerusalén, por lo menos 17 personas murieron.
En un comunicado, el organismo señaló que el bombardeo causó “muchos mártires y heridos” en la iglesia griega ortodoxa de San Porfirio, la más antigua activa de la ciudad. Testigos señalaron que el ataque parecía tener como objetivo un lugar cercano. “Pensaron que aquí estarían a salvo. Huyeron de los bombardeos y la destrucción, y dijeron que aquí estarían a salvo, pero la destrucción los persiguió”, gritó un hombre en el lugar de los hechos, citado por Reuters.
La oficina de medios de comunicación del gobierno de Gaza, dirigido por Hamás, confirmó que habían muerto 18 palestinos cristianos. La iglesia no se pronunció de inmediato sobre el número definitivo de víctimas mortales y afirmó que atacar iglesias que sirven de refugio a personas que huyen de los bombardeos es “un crimen de guerra que no puede ignorarse”.