A dos semanas del día de las elecciones, la crisis en Oriente Medio está presente en la carrera hacia la Casa Blanca, en tanto una candidata tiene dificultades para encontrar las palabras adecuadas para navegar por sus difíciles corrientes cruzadas y el otro hace declaraciones audaces respecto de que el antiguo conflicto puede arreglarse rápidamente.
La vicepresidenta Kamala Harris y candidata demócrata ha intentado laboriosamente -y no siempre con éxito- equilibrar palabras de firme apoyo a Israel con duras condenas por las víctimas civiles palestinas y otras personas atrapadas en la guerra de Israel contra Hamás en Gaza y Hezbollah en el Líbano. El ex presidente Donald Trump y candidato republicano, por su parte, insiste en que nada de esto habría ocurrido bajo su mandato y en que puede hacer que todo se resuelva si es elegido. Ambos aspiran a los votos de los estadounidenses árabes y musulmanes y los votantes judíos, especialmente en las reñidas elecciones de Michigan y Pensilvania.
Durante el fin de semana, Harris fue objeto de elogios y críticas por sus declaraciones sobre un manifestante propalestino, recogidas en un video que tuvo gran difusión. Algunos interpretaron el comentario de Harris de que las preocupaciones del manifestante eran “reales” como que ella estaba de acuerdo con su definición de la conducta de Israel como “genocidio”. El ex embajador de Israel en Estados Unidos, Michael Oren, condenó duramente esa afirmación. Pero el equipo de campaña de Harris dijo que, aunque la vicepresidenta estaba de acuerdo en general con la difícil situación de los civiles en Gaza, no acusaba ni acusaría a Israel de genocidio.
Un día antes, la dinámica se invirtió cuando Harris declaró a los periodistas que la “primera y más trágica historia” del conflicto fue el ataque de Hamas del 7 de octubre del año pasado, en el que murieron 1.200 israelíes. Esto provocó la reacción de quienes consideran que no está dando la debida importancia a la muerte de más de 41.000 palestinos que han perdido la vida en Gaza.
Trump, por su parte, predijo que una presidencia de Harris solo empeoraría las cosas en Oriente Medio. “Si Kamala consigue cuatro años más, Oriente Medio pasará las próximas cuatro décadas envuelto en llamas y sus hijos irán a la guerra, quizá incluso a una Tercera Guerra Mundial, algo que nunca ocurrirá con el presidente Donald J. Trump al mando”, publicó el magnate.