Los líderes de los 30 países de la OTAN declararon ayer a Rusia como la amenaza “más importante y directa” para Occidente, prometieron su apoyo a Ucrania “el tiempo que haga falta” y abrieron el proceso para la entrada de Finlandia y Suecia al organismo, durante una cumbre en Madrid en la que también apuntaron contra las “ambiciones declaradas y políticas coercitivas” de China.
El presidente estadounidense, Joe Biden, y los demás gobernantes reunidos en España condenaron la “crueldad espantosa” de Rusia, que “causó un inmenso sufrimiento humano” en Ucrania. Moscú “carga con toda la responsabilidad de esta catástrofe humanitaria”, agregaron los miembros de la OTAN en su declaración final.
A la vez, lanzaron el proceso de adhesión de Finlandia y Suecia, dos países que decidieron abandonar su tradicional neutralidad militar después de que Rusia invadiera Ucrania. “Hoy hemos decidido invitar a Finlandia y Suecia a convertirse en miembros”, afirma la declaración.
“Si Putin esperaba tener menos OTAN en el flanco oriental como resultado de su invasión ilegal e injustificada, estaba totalmente equivocado: tendrá más OTAN”, lanzó el premier británico, Boris Johnson. En cambio, Rusia condenó la “agresividad” de la OTAN y calificó de “profundamente desestabilizadora” la adhesión de los dos países nórdicos.