El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, admitió ayer su derrota en un referendo con el que aspiraba aprobar la extradición de connacionales y se ofreció a colaborar con las fuerzas opositoras que ganaron terreno en elecciones provinciales y locales.
“Acepto que la mayoría no esté de acuerdo que esos temas se resuelven con las herramientas puestas a consideración en el referéndum”, dijo Lasso.
El gobernante llamó a “un debate amplio y serio, sin dogmas ni ideologías, acerca de cómo enfrentar la amenaza que hoy representa el narcotráfico y sus vínculos con sectores de la política”.
Por su parte, el ex presidente Rafael Correa afirmó que el “contundente” triunfo del “No” en el referendo es “un claro mensaje revocatorio” al actual mandatario, al tiempo que tachó de “cínico” al llamado desde el Gobierno a construir un acuerdo nacional para abordar la crítica situación que atraviesa el país.