Los líderes mundiales se reunieron este sábado en una estación alpina suiza para buscar un consenso más amplio sobre las propuestas de paz de Ucrania, en una cumbre rechazada por China y tachada de pérdida de tiempo por Rusia, que impulsó desde lejos sus propios planes rivales de alto el fuego.
Participaron más de 90 países, pero la ausencia de China, en particular, redujo las esperanzas de que la cumbre mostrara el aislamiento global de Rusia, mientras que los recientes reveses dejaron a Kiev en una situación difícil. La guerra en Gaza entre Israel y Hamás también desvió la atención mundial de Ucrania.
Las conversaciones se centraron en preocupaciones más amplias desencadenadas por la guerra, como la seguridad alimentaria y nuclear. Pero Turquía y Arabia Saudí, anfitriones propuestos para otro encuentro de este tipo, afirmaron que para lograr avances significativos era necesaria la participación de Rusia.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó de éxito la amplia asistencia y pronosticó que «se está haciendo historia».
«Hoy es el día en que el mundo empieza a acercarse a una paz justa», dijo a los líderes reunidos en torno a una gigantesca mesa rectangular.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, envió en su representación a su vicepresidenta, Kamala Harris, una decisión que había irritado a Kiev.
Harris anunció más de 1.500 millones de dólares en ayuda energética y humanitaria para Ucrania, donde las infraestructuras fueron asoladas por los ataques aéreos rusos desde la invasión total de 2022.
En vísperas de la cumbre, Putin dijo que Rusia pondría fin a la guerra si Kiev aceptaba abandonar sus ambiciones en la OTAN y entregar cuatro provincias reclamadas por Moscú. Al parecer, estas condiciones reflejaban la creciente confianza de Moscú en la superioridad de sus fuerzas. Pero fueron rápidamente rechazadas por Ucrania y sus aliados.
«Está pidiendo la rendición», dijo Harris, añadiendo: «Que nada sobre el final de esta guerra se decida sin Ucrania».
China y Rusia
China dijo que boicotearía el evento después de que Rusia quedara fuera del proceso, y Estados Unidos sugirió que la decisión de Pekín se había tomado a instancias de Moscú.
«Putin no tiene ningún interés en una paz genuina», dijo el primer ministro británico, Rishi Sunak.
“Lanzó una campaña diplomática sostenida contra esta cumbre ordenando a los países que se mantengan al margen, hilando una narrativa falsa sobre su voluntad de negociar”, añadió.
Pero países como Turquía, Arabia Saudí y Kenia señalaron la ausencia de Rusia como un obstáculo.
Los partidarios de Ucrania están celebrando las conversaciones con una serie de actos en la cercana ciudad de Lucerna para llamar la atención sobre los costes humanitarios de la guerra.
Decenas de refugiados ucranianos de coros de toda Suiza se reunieron en una plaza pública para cantar el «Himno a la Alegría» de Beethoven.
Antes, unas 250 personas se reunieron en el centro de la ciudad, muchas de ellas envueltas en banderas ucranianas, ataviadas con ropas tradicionales y portando fotografías de hermanos, maridos o hijos desaparecidos, mientras compartían sus historias.