Los efectos de las sanciones políticas y económicas a Rusia por su invasión a Ucrania ya se comienzan a sentir en Moscú, donde miles de rusos se amontonan en entidades de crédito y cajeros automáticos para retirar sus ahorros de los bancos, luego de que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) excluyeran al país del sistema SWIFT y congelaron los activos del Banco Central depositados en el exterior.
En medio de la desesperación por la fuerte caída del rublo -que se desplomó alrededor del 30% frente dólar-, la gente se abalanzó a los bancos y cajeros automáticos para retirar sus ahorros.
El fenómeno se repitió en algunos países de Europa, donde los ahorristas de se apuraron a retirar su dinero de las subsidiarias del Sberbank, de propiedad estatal de Rusia. “Vamos a provocar el colapso de la economía rusa.
El equilibrio de fuerzas económico y financiero está totalmente a favor de la Unión Europea (UE) que está descubriendo su poderío económico”, anticipó el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire. Los efectos no tardaron en verse, ya que una empresa del gigante ruso Gazprom se declaró en quiebra en Suiza luego de que no pudiera asumir sus pagos.