Legisladores de la oposición italiana pidieron hoy la renuncia del presidente del Senado, Ignacio La Russa, y de la subsecretaria del Ministerio de Defensa, Isabella Rauti, por los elogios al posfascista Movimiento Social Italiano (MSI) que los políticos oficialistas hicieron a través de redes sociales.
«En memoria de mi padre, que fue uno de los fundadores del MSI en Sicilia y que eligió el camino de la participación libre y democrática con el MSI para el resto de su vida en defensa de sus ideas respetuosas de la Constitución italiana», escribió La Russa en redes sociales, al recordar el nacimiento del movimiento fundado en 1946, del que participó su padre junto a otros exponentes que antes habían sostenido el régimen de Benito Mussolini.
«Hace solo unos días juraron sobre la Constitución antifascista y ahora exaltan a los fundadores, nacimiento e historia del MSI. Isabella Rauti e Ignacio La Russa son incompatibles con su Gobierno y funciones institucionales. Una deriva cultural indecible. ¡Renuncien!», reclamó en la red Twitter el diputado del opositor Partido Democrático (PD) Stefano Vaccari.
En la misma línea que Vaccari se expresaron varios legisladores de las fuerzas de centroizquierda y de centro opositoras al Ejecutivo conformado por tres fuerzas de derecha y ultraderecha que, desde octubre, encabeza Giorgia Meloni.
Antes de La Russa, Rauti había recordado a través de redes sociales «los 76 años del nacimiento el MSI en Roma».
«Honor a los fundadores y militantes del MSI», escribió la hija de uno de los fundadores de la fuerza, Pino Rauti.
También crítica con los dos políticos oficialistas se mostró Noemi Di Segni, presidenta de la Unión de Comunidades Judías Italianas, quien calificó al MSI como «un partido que, tras la caída del régimen fascista, se colocó en continuidad ideológica y política con el RSI, el gobierno de irreductibles fascistas que colaboró activamente para la deportación de los judíos italianos».
La primera ministra Giorgia Meloni, que había planteado en los últimos días que «las leyes raciales eran una abominación» al recordar la deportación de los judíos de la época fascista, aún no se expresó sobre las palabras de La Russa y Rauti.