Luego de varias idas y vueltas, Estados Unidos –y las potencias occidentales- decidió volver a intervenir de manera decidida en la guerra que sacude a Europa a favor de Ucrania, al anunciar que enviará sistemas más avanzados de cohetes y municiones que le permitirían fortalecer sus defensas y apuntar con mayor precisión a los activos militares rusos dentro de sus fronteras. Sin embargo, el anuncio terminó elevando la tensión con Moscú, que salió a amenazar con una “confrontación directa” con Washington.
Así lo alertó el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, quien ayer afirmó que los crecientes suministros de armamento a Ucrania aumentan los riegos de un choque directo entre Rusia y Estados Unidos. “Todos los suministros de armamento, que continúan y van en aumento, incrementan los riesgos de tal desarrollo”, respondió Riabkov a la pregunta de si la decisión de Washington de proporcionar a Kiev sistemas lanzamisiles de misiles aumenta el riesgo de un choque directo con Estados Unidos.
El viceministro criticó el nuevo paquete de ayuda militar estadounidense a Ucrania por un valor de 700.000.000 de dólares, que incluye los High Mobility Artillery Rocket Systems (Himars), sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad. El anuncio estuvo a cargo del propio presidente Joe Biden, quien en un artículo publicado en The New York Times dijo que la entrega de los sistemas de misiles permitirá a Ucrania “luchar en el campo de batalla y estar en la posición más fuerte posible en la mesa de negociaciones”.
No obstante, Biden aclaró que “no vamos a enviar a Ucrania sistemas de cohetes que puedan atacar a Rusia”, a la vez que enfatizó que Estados Unidos no busca involucrar al país invasor en un conflicto más amplio. “No buscamos una guerra entre la OTAN y Rusia”, sostuvo Biden, quien aseguró que “mientras Estados Unidos o nuestros aliados no sean atacados, no participaremos directamente en este conflicto”. Fuentes de la Casa Blanca precisaron que los misiles en cuestión son los sistemas Himars, lanzacohetes múltiples que se pueden equipar en vehículos blindados ligeros y que tienen un alcance de unos 80 kilómetros.
Claro que la noticia no fue bien recibida por el gobierno de Putin, que insistió sobre los riesgos de un conflicto directo. “Valoramos esto de una manera totalmente negativa, porque los intentos de presentar esta decisión como que contiene ‘restricciones’ no valen nada”, subrayó Riabkov, en rechazo a los argumentos de Biden.
“Creemos que Estados Unidos echa leña al fuego deliberadamente (…) Estas entregas (de armas) no alientan a los dirigentes ucranianos a relanzar las negociaciones de paz”, reforzó el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, quien sentenció que “cualquier entrega de armas que continúe, o que aumente, refuerza el riesgo” de una guerra directa con el gigante norteamericano.
Ucrania pide más presión para liberar sus puertos
Ucrania reclamó ayer a la comunidad internacional que intensifique sus esfuerzos diplomáticos para desbloquear los puertos del país y evitar así una crisis alimentaria global, mientras que Rusia acusó a Occidente de ejercer un “doble juego” en relación a la exportación de granos y el bloqueo de los puertos.
El primer ministro de Ucrania, Denis Shmigal, consideró que la ONU y otras organizaciones internacionales deben “participar más activamente” para resolver la crisis alimentaria a “nivel diplomático”. “Deben presionar a Rusia para que desbloquee los puertos, permitiendo a los aliados crear un corredor y no solo exportar granos, sino también permitir que Ucrania realice funciones relacionadas con el suministro de productos agrícolas”, afirmó Shmigal, quien sin embargo aclaró que su país rechaza la propuesta rusa de desbloquear los puertos a cambio de levantar las sanciones.
Por su parte, Rusia acusó a Occidente y Ucrania por la crisis alimentaria, por haber minado los puertos del mar Negro – en referencia a Ucrania – y por las sanciones que adoptaron contra Moscú. El papa Francisco intervino al pedir que se desbloqueen las exportaciones de granos y reclamar que no se usen los alimentos “como arma de guerra”. El martes, el presidente de Senegal, Macky Sall, había denunciado el impacto de las sanciones de la Unión Europea contra Rusia y advirtió que “lo peor puede estar aún por venir” si no se liberan “las existencias de cereales disponibles”.