El caso de José Luis Espert y sus presuntos vínculos narco amenazan con condicionar lo que queda de la campaña electoral, con efectos tangibles incluso en otras jurisdicciones como la provincia de Córdoba. La preocupación recorre todo el arco dirigencial de La Libertad Avanza local y señalan que donde van en recorrida todos preguntan por el escándalo. Hasta en las entrevistas pautadas con radios y canales de cada localidad surge la consulta: “tuvimos que coachear a Roca con un speech para que salga del paso” reconoce un integrante de la campaña.
“Lo que más nos afecta es el efecto derrame que tienen sobre las agendas informativas locales los canales de noticias de CABA” reconocen. Pero el efecto más serio es cómo el tema se instaló en la conversación social y la manera que incide en el voto. En Provincias Unidas creen que el efecto principal se dará en la participación: “Es un elector desencantado que preferiría no ir a votar antes que elegir otra opción y eso nos favorece” dice un asesor de la campaña cordobesista. Tal afirmación se basa en el antecedente de la elección en provincia de Buenos Aires donde 2 millones de votantes se quedaron en su casa. En cambio el peronismo es mucho más efectivo a la hora de movilizar apoyado en su estructura y aparato de gobierno.
Pero más allá de la renuncia de Espert a la candidatura por LLA se suma su desplazamiento de la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Hacienda donde comenzó a debatirse con mucha dificultad el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo. Es de esperar que los gobernadores avancen con un presupuesto acorde a sus pretensiones presionando en bloque con sus diputados y senadores en un recinto donde el gobierno no pudo cerrar ninguno de los frentes que abrió.
También para los mercados hay malas señales porque advierten una gobernabilidad en riesgo que se revela en un presidente que no puede hacer campaña en las calles, que es derrotado en cada embestida legislativa y que parece no conectar con los importante cuando se ve a Milei ocupado en ensayar y actuar con La Banda Presidencial, el grupo musical que teloneó la presentación de su libro en el Movistar Arena.
Provincias Unidas y lecturas por separado
La coalición de gobernadores que lleva el nombre de Provincias Unidas ha logrado aunar a seis mandatarios pero por ahora no deja de ser un acuerdo de cúpulas sin pruebas electorales para exhibir. Las tendrán en 20 días cuando se abran las urnas pero cada uno hará una lectura diferente en tono distrital.
El ex gobernador Juan Schiaretti sabe que debe reunir como mínimo el 35 por ciento de los votos, es decir unos 700.000 sufragios, y esperar que el sistema D’Hont le asigne 4 diputados. Esos guarismos están por encima de los obtenidos en la primera vuelta presidencial en Córdoba donde quedó más de cien mil votos abajo de Javier Milei. Sabe que para ser referente del espacio creado debe ostentar un triunfo significativo que apuntale su probada experiencia de gestión.
Por su lado cada gobernador tratará de leer los resultados de su provincia en clave 2027. ¿Puede liderar un espacio quién no demuestre amplio dominio en estas elecciones de medio término? Todos los gobernadores de PU pueden repetir mandato pero ninguno querría perder la oportunidad de presentarse como candidato presidencial. En política las ambiciones son legítimas y nadie podría ser señalado por tenerlas y en algún momento la coalición federal se abrirá a esa disputa.
Un consultor político con varias elecciones trabajadas señala que en Provincias Unidas las lecturas correctas deberán observar lo que pase en Buenos Aires donde Axel Kicillof se alzó con un contundente triunfo en septiembre. “Si repite una victoria con una diferencia holgada será un actor preponderante en los próximos dos años, no solo por el peso electoral del distrito más importante, sino también por los alineamientos que el PJ suele hacer cuando asoma un líder que cosecha votos”, completó el analista. A la luz de las encuestas PU proyecta resultados simbólicos en PBA donde el armado de los gobernadores aún no hizo pié.