Desde hace varios años, un aspecto que nos ha llamado la atención a quienes participamos del Foro Ambiental Córdoba ha sido el doble discurso en muchas iniciativas de los gobiernos y legisladores, tanto de la Provincia como de la Ciudad de Córdoba. Es algo triste pero no exclusivo de nuestro ámbito.
Por un lado, se han sostenido públicamente afirmaciones sobre la sustentabilidad, circularidad y preocupación ecológica por parte de los poderes ejecutivo y legislativo, pero, al mismo tiempo, se han autorizado acciones -o propuesto leyes- en desmedro de la preservación y restauración de los degradados ecosistemas cordobeses.
En este caso, vale enfocarse en el “Proyecto de gestión integrada de cuencas”.
La ciudadanía no tiene por qué conocer el rol de las cuencas, y la necesidad de su preservación para el sostenimiento de los ecosistemas, el ciclo del agua, etc. Pero quienes legislan sí. Y, por ello, es imperioso hacer las siguientes anotaciones a los proyectos presentados.
Se trata de condiciones básicas, no sólo para cuidar la biodiversidad, sino la vida humana misma.
Una cuenca en buen estado implica la salvaguarda de la humedad y la provisión de agua en los ríos durante el año, así como también la prevención o morigeración de inundaciones debido a la falta de absorción. Esta protección permite mantener la superficie de absorción preservando el bosque y los pastizales nativos.
Las sierras funcionan como un gran reservorio de agua, que absorbe el agua de lluvia. Ésta, a su vez, se incorpora en las napas y se va liberando -lentamente- cuando los ecosistemas están sanos y bien forestados.
Este trabajo incluye ampliar las reservas hídricas y darles protección efectiva.
Pero lo primero que salta a la vista en el citado “proyecto de gestión integradas de cuencas” es el vocabulario: no aparecen las palabras que cualquier persona con conocimiento científico o técnico incluiría de modo evidente, tales como ambiente, bosques, cabecera de cuenca. No parece descabellado pensar que quien redactó el proyecto entiende una cuenca como una mera extensión geográfica, exclusivamente vinculada con la producción agropecuaria o el aprovechamiento económico, sin atención a los requisitos de los ciclos naturales.
En el año 2012, este Foro Ambiental Córdoba presentó a las autoridades un informe sobre la necesidad de un manejo integrado de las cuencas de Sierras Chicas, con procedimientos claros, técnicamente viables y con justificaciones científicamente sólidas (puede consultarse el informe completo en nuestra página web: www.foroambientalcba.org
El informe sigue tan válido hoy como por entonces, y presenta una visión mucho más amplia y sustentable del tratamiento de las cuencas. Pero parece haber sido desatendido, al igual que la creciente evidencia empírica producida durante la última década sobre el deterioro ambiental.
No es posible una gestión integrada de cuencas eludiendo en la ley la necesidad de proteger la vegetación nativa de las cabeceras de cuenca. Eso implica fomentar la reforestación con especies nativas, frenar los desmontes, prevenir los incendios de montes y pastizales; controlar severamente el desmonte y las especies invasoras; ampliar las reservas hídricas y brindarles protección efectiva.
La protección de las cabeceras de cuenca implica también frenar proyectos inmobiliarios de gran impacto ambiental; la realización de un plan educativo sobre el uso racional del agua que abarque los niveles inicial, primario y medio; y trabajar sobre un “Plan de Ordenamiento Territorial” que sea progresivo y no regresivo.
El informe del Foro tiene 23 propuestas que, en su mayoría, no están contempladas en el proyecto de ley. Con una pretendida “Gestión Integrada de Cuencas” sólo se enfoca en la producción agropecuaria, y al agua y suelo como recursos e infraestructura, soslayando la trama natural que la sustenta, particularmente en lo referido a la conservación de las cabeceras de cuenca y su cobertura vegetal nativa.
El objetivo del texto así lo enuncia: “El Proyecto de Ley tiene por objeto implementar la Gestión Integrada de Cuencas en el territorio de la Provincia de Córdoba, a través de la realización de acciones de diagnóstico, planificación, gestión de recursos, ejecución de obras, infraestructura, planes y proyectos vinculados a la conservación de suelos, el manejo del agua, la ejecución y mantenimiento de la infraestructura rural y de caminos, con la mirada puesta en el desarrollo de la producción agropecuaria de manera sostenible”.
Pero nada dice de la estructura vital imprescindible para sostener todos esos trabajos, y las protecciones y cuidados que demanda.
Es por ello que, con gran preocupación, este Foro Ambiental Córdoba se ha comunicado, tanto con las personas encargadas de legislar, como con toda la ciudadanía. Y cuando una legisladora, a la luz e estas preocupaciones, pide a la comisión de la Unicameral que este Foro Ambiental pueda participar de la reunión y se lo niegan, realmente da qué pensar.