A menos de dos meses de la elección presidencial, el gobierno de Mauricio Macri bajó una de las primeras banderas que levantó su administración cuando alcanzó el poder y que tanto criticó del gobierno anterior: el cepo cambiario. Comenzó a desandar ese logro inicial ayer, cuando se supo que estableció controles de capitales y limitó la venta de dólares en un nuevo intento por frenar la corrida cambiaria que se acentuó en las últimas semanas.
La decisión oficial se conoció en la víspera, cuando el gobierno sacó una edición especial del Boletín Oficial tan solo para publicar un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU Nº609) firmado por el Presidente y todos sus ministros, y con la reglamentación A6770 del Banco Central de la República Argentina (BCRA). El primer motivo es “la incertidumbre provocada en los mercados financieros” por diversos factores que “impactaron en la evolución de la economía argentina”, algo que llevó a adoptar “medidas extraordinarias” que estarán vigentes hasta el 31 de diciembre, especificó el DNU. De esta manera, el gobierno reconoció en la norma difundida que “es necesario adoptar medidas transitorias y urgentes para regular con mayor intensidad el régimen de cambios”, esto es, controlar el ingreso y el egreso de dólares.
Posteriormente, el Banco Central informó mediante un comunicado de prensa que se limitará la compra de 10.000 dólares por mes a las personas físicas. “Se establecieron límites al mercado de cambios para proteger a ahorristas y lograr mayor estabilidad cambiaria”, sostuvo. De esta manera, si un individuo necesita excederse de ese monto, por ejemplo para la compra o seña de una vivienda, deberá pedir autorización al BCRA a través del banco privado o público en el que opere cada ahorrista. Pero aclaró que “nadie está limitado para extraer dólares de sus cuentas, ni personas físicas ni jurídicas. No hay ningún impedimento al comercio exterior. No hay restricciones sobre viajes”, aunque se descuenta desde este lunes la aparición en escena de un nuevo dólar paralelo, o “dólar blue”, con una brecha aun difícil de imaginar con respecto al precio oficial.
En otro de los puntos, se obliga a los exportadores a liquidar sus ventas en un plazo de tiempo breve e ingresar sus divisas al país, medidas que el gobierno había liberado luego de criticar duramente esas disposiciones tomadas por el gobierno de Cristina Fernández. Los exportadores tendrán un plazo de cinco días hábiles para liquidar sus divisas luego de cobrar esa venta o de hasta 180 días corridos tras el permiso de embarque.
En tanto, la compra de dólares será diferente para las personas jurídicas (las empresas). La adquisición de divisas para importaciones o pago de deuda no tendrán restricciones. Sin embargo, para atesorar, girar utilidades o precancelar deudas, las personas jurídicas requerirán permiso del BCRA. El viernes último ya se habían tomado medidas referidas a las entidades financieras. Por último, el BCRA habilitó a los bancos a extender el horario de atención hasta las 17 durante un mes, ya que se descarta que habrá mucha afluencia de ahorristas en las sucursales.
El FMI “está analizando” las medidas
Luego de que el Gobierno reinstaurara restricciones en el mercado de cambios para contener la sangría de reservas, en agosto las reservas cayeron 13.801 millones de dólares, el Fondo Monetario Internacional (FMI) se limitó ayer por la tarde a decir que está “analizando los detalles” de la medida y reiteró que seguirá “al lado de la Argentina”.
A diferencia de otros momentos, el FMI no emitió un comunicado oficial sino que habló a través de uno de sus voceros. Las palabras no ocupan más que un párrafo: “El personal del FMI está analizando los detalles de las medidas. El personal permanecerá en estrecho contacto con las autoridades en el período hacia adelante y el Fondo seguirá al lado de la Argentina durante estos tiempos desafiantes”, indicó.
Legrand: “Macri se ha transformado en un fracasado”
La conductora Mirtha Legrand sorprendió el sábado con una frase que impactó en la opinión pública. “Mauricio Macri era un triunfador y ahora se ha transformado en un fracasado… es terrible”, se lamentó la presentadora, una clara defensora del gobierno. Incluso fue más allá al sostener que “yo también soy panqueque” ya que, a pesar de haber dicho que no invitaría a su programa a Alberto Fernández, había cambiado de opinión y ahora no tendría problemas en convidarlo a su mesa. Pero en cuestión de horas también llegó el pedido de disculpas de Legrand. Apenas abrió su programa de ayer, la comunicadora se retractó: “Quiero pedir disculpas porque tuve un exabrupto con el Presidente… No volverá a pasar”, avisó en tono de arrepentimiento.