Los jefes de bloque de las distintas fuerzas parlamentarias de la Cámara de Diputados firmaron ayer la prórroga por 30 días del protocolo para el funcionamiento remoto del cuerpo, incluyendo las sesiones mixtas. El plazo de 30 días corre desde el 2 de julio, fecha en que se acordó renovar el protocolo. El acta fue firmada por el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, y los diputados Máximo Kirchner (Frente de Todos), Mario Negri (UCR), Cristian Ritondo (Pro) y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) y no especifica un temario de sesiones restringido a proyectos sobre la pandemia como venía exigiendo el interbloque Juntos por el Cambio.
La confirmación de los diagnósticos positivos de coronavirus de Julio Sahad, Miguel Bazze y Carlos Selva, quienes estuvieron presentes físicamente en el recinto en la última sesión, generó el temor de una cadena de contagios en Diputados, y puso en suspenso la continuidad de las sesiones en los términos actuales. Sin embargo, tras una rápida activación de los protocolos de desinfección y rastreo de contactos estrechos se calmaron los ánimos y entre las máximas autoridades de los bloques se definió no interrumpir el trabajo parlamentario y darle continuidad a la modalidad de sesiones mixtas.
Si bien se acordó avanzar en el tratamiento de una agenda de proyectos consensuados con dictamen, incluyendo la sanción de una amplia moratoria previsional, impositiva y aduanera, y la ampliación presupuestaria, además de la declaración de la emergencia turística, la letra chica del acta de labor parlamentaria publicada ayer y firmada por la autoridades de todas las fuerzas no limita los temas a expedientes consensuados entre todas las bancadas. Alcanza, como en cualquier sesión, con reunir la mitad más uno de los votos, que el oficialismo puede lograr con los bloques chicos. Temas álgidos pueden ser cualquiera: hasta un proyecto de resolución contra el Gobierno. Lo importante es que cada fuerza política pueda expresar su posición sobre los temas”, había respondido Massa ante el reclamo de Ritondo y Negri la semana pasada. Uno de esos puntos, es el proyecto sobre un gravamen extraordinario a las grandes fortunas, si es que finalmente el oficialismo decide enviarlo al Congreso, tal como lo había anunciado en el inicio del confinamiento pero que luego se fue diluyendo por falta de acuerdos para el debate. El sistema no resiste sesiones complejas”, argumentaban los opositores.