Cuando le quedan apenas semanas para que pierda estado parlamentario, el proyecto de Promoción de la Alimentación Saludable, conocido como de etiquetado frontal”, llega hoy a Diputados, en lo que podría ser el último paso para convertirse en ley, ya que desde hace un año cuenta con la media sanción del Senado. Para ello, la Cámara baja retomará hoy la presencialidad plena en una sesión que tratará una agenda amplia de proyectos, además del ya mencionado. Luego de la fallida sesión del pasado 5 de octubre, el recinto volverá a abrir sus puertas este martes a las 11, y será la primera en realizarse en las mismas condiciones previas a la pandemia iniciada en marzo de 2020.
Durante el último año y medio se utilizó un protocolo de funcionamiento remoto mixto por VPN para que los diputados pudieran sesionar a distancia, aunque con el tiempo el sistema se fue flexibilizando para que una mayor cantidad de legisladores ocuparan sus bancas de forma presencial, en línea con el mejoramiento de los indicadores epidemiológicos. Ahora, los diputados que no asistan al recinto serán computados como ausentes y ya no tendrán la posibilidad de participar de la sesión de forma virtual, aunque integren grupos de riesgo.
Todo indica que el proyecto de etiquetado frontal, que busca identificar los alimentos procesados que tengan exceso de azúcar, grasas y sal y, de esa forma, ayudar a combatir la obesidad, la hipertensión y los riesgos cardíacos, se convertirá en ley. El oficialismo anticipó que votará a favor (pese a que uno de sus oponentes principales es el jefe de Gabinete, el tucumano Juan Manzur) y también lo harán algunos legisladores opositores. Fuera del Parlamento, organizaciones de la sociedad civil, que tuvieron una participación activa durante la discusión del proyecto, organizaron un twittazo” ayer por la tarde con el hashtag #EtiquetadoClaroYa.
El dictamen de mayoría prevé la incorporación en el frente de los envases de los productos ultraprocesados una etiqueta con forma de octógono negro y letras blancas que advierta el exceso de nutrientes críticos para la salud, como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías. Además, determina que los productos que contengan entre sus ingredientes edulcorantes o cafeína tendrán que informar que su consumo no se recomienda en niñas y niños.
Por otra parte, establece la prohibición de emitir publicidad comercial -dirigida a niños, niñas y adolescentes- de productos con sellos de advertencia. Además, que los productos que tengan más de un sello de advertencia no podrán incluir dibujos animados, personajes, figuras públicas, regalos ni elementos que llamen la atención de niños, niñas y adolescentes.
La iniciativa es rechazada por algunas empresas de la alimentación y genera resistencias entre legisladores de las provincias del norte, que sostienen que el etiquetado frontal perjudicará a la producción azucarera.
El orden del día fue acordado por las distintas fuerzas políticas e incluye, además, iniciativas vinculadas a derechos de los trabajadores y trabajadoras vitícolas, la Ley Nacional de Oncopediatría, un proyecto de recuperación ovina y de protección a personas en situación de calle.