La Cámara de Diputados convirtió ayer al filo de la medianoche en ley el proyecto de Etiquetado Frontal de Alimentos, ideado para advertir a los consumidores sobre los excesos de grasas, sodio y azúcares en los productos con el fin de ayudar a combatir la obesidad, la hipertensión y los riesgos cardíacos.
La iniciativa fue aprobada en general con 200 votos positivos; 22 negativos y 16 abstenciones.
La iniciativa reunía un consenso amplio entre las distintas bancadas del cuerpo, algo infrecuente en los tiempos electorales que vivimos, dato que se sumaba a otra circunstancia histórica: la cámara baja había vuelto a sesionar con plena presencialidad luego de 20 meses en los que ensayó distintos métodos de trabajo por la pandemia de coronavirus.
Con asistencia perfecta, tras más de ocho horas de debate y a un año de que fuera girada por el Senado, las legisladoras y los legisladores convirtieron en ley la iniciativa de Etiquetado Frontal, que obliga a las empresas de alimentos a marcar con un sello octogonal negro de advertencia los empaques de aquellos productos que contengan exceso en azúcares, grasas, calorías o sodio.
Al abrir el tratamiento del proyecto, la presidenta de la comisión de Legislación General, Cecilia Moreau (Frente de Todos), afirmó que el Estado argentino no va a mirar para otro lado” en un contexto de enfermedades crónicas no transmisibles” como la obesidad, la hipertensión y los problemas cardíacos, que afectan a la población y que se pueden prevenir a partir de la alimentación.
Por eso, marcó la importancia de destacar la información nutricional en las etiquetas de los productos alimenticios porque en la actualidad muchas son ilegibles (…) y puede ocurrir que estemos comprando un producto (que parece) saludable cuando en realidad no lo es”.
Esta ley es poner en lo más alto a los consumidores, que hace años reclaman información clara, precisa y veraz”, agregó su compañera de bloque, Liliana Schwindt, quien ponderó la ley como un hito para consumidores y usuarios”.
No obstante, el consenso no era absoluto, al punto que el médico tucumano Pablo Yedlin (FdT) mostró sus diferencias parciales al aseverar que el azúcar no es un veneno, es un producto natural (…). Vamos a acompañar el proyecto proponiendo mejoras”, anticipó.
Otros como la también tucumana Beatriz Ávila (Frente de la Justicia Social) anticiparon su voto negativo porque esta ley, tal como está, va a generar más pobreza y mayor desempleo para la región. Creo que todos los diputados de la región debemos unirnos y hacer una mejor ley, que no deje las economías regionales”.
Sin embargo, el respaldo era transversal a todos los espacios. Por ejemplo, la diputada de Juntos por el Cambio Brenda Austin (UCR) celebró el tratamiento de la ley porque derriba mitos” y ponderó la defensa del derecho a la salud”.
El mendocino José Luis Ramón (Unidad Federal para el Desarrollo) agregó que el Estado se tiene que hacer presente para cuidar la salud de los consumidores alimentados por basura” y denunció que existe un lobby” muy fuerte de aquellos que no quieren que salga esta ley que son 12 empresas productores de alimentos y seis dueños de cadenas de supermercados”.
Además del etiquetado frontal, el proyecto establece la prohibición de emitir publicidad comercial de productos con sellos de advertencia y dispone que los que tengan más de uno no podrán incluir dibujos animados, personajes, figuras públicas, regalos ni elementos que llamen la atención de niños, niñas y adolescentes.
Juraron dos nuevos diputados y dos nuevas diputadas
La sesión especial incluyó una reactualización de la Cámara baja: asumieron dos nuevos diputados y dos nuevas diputadas en reemplazo de tres renunciantes y un legislador fallecido. Tres de los reemplazantes ocuparán la bancada del Frente de Todos.
Uno de ellos es Lucio Yapor, que reemplazará a Facundo Moyano tras su decisión de abandonar la coalición oficialista y dimitir a la banca que debía ocupar hasta 2023. Otra de las nuevas diputadas es Natalia Souto, que reemplazará a Cristina Álvarez Rodríguez, quien dejó su banca para asumir como Secretaria de Gobierno bonaerense.
Por su parte, el vicepresidente del Enacom, Gustavo López, tomó el lugar de Gabriela Cerruti. Lo hará por los 45 días que restan hasta el 10 de diciembre a quien hace dos semanas asumió como portavoz presidencial.
En tanto, en la bancada de Juntos por el Cambio la catamarqueña Julieta Marcolli reemplazará al ex gobernador Eduardo Brizuela del Moral, quien falleció el pasado 25 de agosto y tenía mandato también hasta fin de año.