El Bloque UCR del Concejo Deliberante, encabezado por la concejal Elisa Caffaratti, presentó un relevamiento geolocalizado con documentación fotográfica que confirma la existencia de 300 basurales a cielo abierto en toda la ciudad, el triple de lo que reconoce oficialmente la Municipalidad.
El registro —que comenzó como un muestreo exploratorio de 30 puntos— se convirtió en un mapeo sistemático que hoy permite dimensionar la magnitud y la dispersión territorial del problema. El mapa interactivo y el archivo fotográfico completo están a disposición de la prensa, de las organizaciones sociales y de la ciudadanía.
“Cada punto del mapa es una señal de alarma. Córdoba convive con una bomba ambiental y sanitaria que la gestión de Martín Llaryora dejó instalada y se encargó de ocultar, y que la actual administración no logra desactivar. Durante años se maquilló el problema con marketing verde y premios internacionales, mientras miles de vecinos siguen respirando humo tóxico y conviviendo con plagas”, cuestionó Caffaratti.
El relevamiento señala que la proliferación de basurales se explica por la falta de control efectivo sobre grandes generadores y por la ausencia de políticas sostenidas para su erradicación. “La acumulación ilegal de residuos, sumada a la desplanificación y a una fiscalización insuficiente, convirtió a estos focos en el síntoma de una desidia estatal y, al mismo tiempo, en un negocio para circuitos irregulares que operan sin regulación. No se trata de un asunto estético: es una crisis de salud pública y de calidad de vida que golpea con más fuerza a los barrios vulnerables, donde la exposición a plagas, humo y residuos peligrosos es cotidiana”, detalló.
“Los reconocimientos internacionales que exhibe la Municipalidad —en su mayoría obtenidos bajo la conducción de Llaryora— no reflejan la realidad de los barrios. El contraste entre el marketing verde y los basurales que invaden Córdoba es la prueba de una gestión que priorizó la propaganda antes que la acción concreta”, agregó la concejal.
Ante la gravedad del escenario, el Bloque UCR reclama una respuesta inmediata y la puesta en marcha de un plan integral con conducción técnica, metas públicas y control ciudadano. La propuesta contempla un registro público y actualizado de empresas habilitadas para el retiro de escombros y voluminosos; controles estrictos a las prestatarias para garantizar el cumplimiento del pliego —incluidos poda, escombros y voluminosos—; la reorganización de la estructura ambiental municipal para evitar superposiciones entre la Secretaría de Ambiente, COyS, BioCórdoba y la Unidad Costanera; la profesionalización de las escombreras municipales con trazabilidad y separación en origen; la habilitación de nuevos predios de disposición —especialmente en la zona norte— con acceso regulado y criterios ambientales seguros; un sistema de trazabilidad de los residuos voluminosos desde el generador hasta la disposición final; y una plataforma digital abierta para denuncias y seguimiento de basurales, con compromisos de limpieza visibles en línea.
“Córdoba necesita ya un plan serio, transparente y sostenido en el tiempo. No hay más margen para parches, silencios ni fotos de ocasión. El Municipio tiene la responsabilidad de escuchar, planificar y ejecutar. Desde el Bloque UCR vamos a seguir controlado, proponiendo y acompañando a los vecinos para que la ciudad tenga la gestión ambiental que merece”, concluyó Caffaratti.