El médico Federico Saavedra ratificó hoy ante la Justicia que le dio a la ex primera dama Fabiola Yáñez globulillos de árnica para curar un moretón, y señaló que en ese momento tanto ella como el ex presidente Alberto Fernández le dijeron que la lesión se había producido por un «golpe involuntario».
Saavedra declaró como testigo durante seis horas en la fiscalía de Ramiro González, en el marco de la causa por violencia de género contra el ex mandatario. Indicó que lo llamaron y que dos días después de ese contacto fue a la Quinta de Olivos, vio el moretón y entonces la pareja presidencial le dijo que se había tratado de un «golpe involuntario».
En su declaración como testigo, a la que tuvo acceso esta agencia, Saavedra sostuvo que es médico de Fernández desde 2008 y que la relación entre ambos siempre fue «exclusivamente médico- paciente».
Si bien Yañez no lo había elegido como médico de cabecera, la entonces primera dama estuvo bajo la cobertura de la Unidad Médica Presidencial (UMP).
De todos modos, declaró Saavedra, Yañez «sí confió en él para sus controles desde el primer día que realizó su planificación familiar».
También aclaró que «nunca tuvo que derivar» a Yañez a otro profesional o institución ni por «abuso del alcohol ni afecciones psíquicas», sino solamente por cuestiones de rutina.
El ex médico presidencial aportó además que Yáñez «no tenía una patología o enfermedad de base».
Sobre las agresiones denunciadas, aseguró que no había visto las fotos de la primera dama con moretones en su ojo derecho y en su brazo.
Y rememoró que el 26 de junio de 2021 Yañez le notificó de que tenía un ojo morado producto de un «golpe involuntario», y añadió que el 29 del mismo mes volvió a comunicarse con la entonces primera dama, que estaba tratándose esa lesión con «glóbulos de árnica y cervep».
El 30 de junio de 2021 fue el día en que, según declaró, vio personalmente a Yañez junto al doctor Leandro Federico Alem, en un encuentro del que también participó Fernández.
Saavedra declaró que Yañez tenía en el ojo derecho «una mancha de color verde amarillenta, que era el párpado de abajo y parte del pómulo».
«Les preguntamos qué había pasado y nos dicen que había sido un golpe involuntario accidental en la cama», añadió, aunque dijo no recordar si esa explicación la había dado Yañez o el propio Fernández.
La entonces pareja presidencial señaló que «había sido un golpe sin querer en el dormitorio, en la intimidad», por lo que «no hubo controversia» al respecto.