Tras el cachetazo de la oposición en el Senado, el gobierno de Javier Milei encendió las luces de alarma por el destino del DNU de desregulación de la economía e inició negociaciones de urgencia con la oposición “dialoguista” para evitar que sea definitivamente volteado en la Cámara de Diputados, a la vez que redobló la presión contra los legisladores con el ataque a Martín Losteau como ejemplo disciplinador.
El ministro del Interior, Guillermo Francos, se puso al frente de las negociaciones recibiendo en la Casa Rosada a diputados de la oposición dialoguista como el cordobés Rodrigo de Loredo (UCR) o los referentes del PRO. Hoy será el turno de los líderes de Hacemos Coalición Federal (HCF), Nicolás Massot y Miguel Pichetto. En los encuentros, Francos trabaja tanto para la subsistencia del DNU como para el tratamiento de la nueva Ley ómnibus, que el presidente Javier Milei aseguró que enviará pronto.
Si bien el DNU se mantiene vigente en tanto y en cuanto la cámara de Diputados no lo trate y eventualmente lo voltee, el revés sufrido por LLA en el Senado volvió a desnudar la incapacidad del Gobierno para gestionar acuerdos que le permitan aprobar las políticas que Milei pretende impulsar.
“En Diputados tenemos serias chances de mantener la vigencia del DNU”, aseguró Francos, quien consideró que la derrota en el Senado fue un triunfo “de los que no quieren avanzar con un cambio”. “Esto no es una sola estación, es un viaje de varias estaciones”, planteó y aseguró que “no me parece tan preocupante, es lógico que se debatan los temas y que quienes están en contra de cambiar, lo expresen. Luego la gente verá quienes son los que obstaculizan”.
Lo cierto es que el poroteo previo a la votación resulta muy ajustado, al punto que el respaldo anticipado de Massot (HCF) a la iniciativa trajo un gran alivio al oficialismo. “No voy a rechazar el DNU. Debemos aprobarlo por ley. Creo que el decreto fue una herramienta equivocada para reformas tan relevantes pero no podemos interrumpir la vigencia de algunas medidas importantes que volverían a afectar la vida diaria de la gente”, subrayó Massot en su cuenta de X.
Sin embargo, también es seguro que HCF no tendrá una postura unificada, mucho menos el bloque de la UCR o el de la Coalición Cívica. Nadie sabe tampoco qué harán los cinco diputados de Córdoba tras la abstención de la senadora Alejandra Vigo e incluso algunos medios anticipan que la postura en contra del DNU sumaría 126 votos, mientras a favor ya habría 115 votos consolidados. Mientras, el oficialismo redobla las presiones en el espacio público: “No hay lugar para tibios, cualquier decisión en contra del DNU es hacerle el juego al kirchnerismo”, aseveró ayer el titular de la Cámara baja, Martín Menem.
Lousteau alertó por los ataques a la oposición
Tras su rechazo al DNU 70/2023 en la votación del jueves, el presidente de la UCR, Martín Lousteau, salió a ratificar sus críticas a la “inconstitucionalidad” del decreto del presidente Javier Milei que desregula la economía y aseguró que “no podría caminar por la calle si hubiese votado a favor, porque no podría dar ni un solo motivo para justificarlo”.
En un encuentro con dirigentes de la Franja Morada -el histórico brazo universitario del radicalismo-, Lousteau minimizó la ola de ataques que viene sufriendo de los seguidores de Milei y del oficialismo en redes sociales, al considerar que “si tenemos miedo a que nos digan algo en Twitter, nunca vamos a poder cambiar la Argentina”.
“No me da miedo el Gobierno, me da miedo que la sociedad tenga miedo y la única manera es que los argentinos vean que nosotros no tenemos miedo”, advirtió Lousteau, quien advirtió que “en estos 40 años podemos rescatar la democracia porque Alfonsín la construyó sin atajos y sin miedos, eso que construyó Raúl hoy está en riesgo porque se ataca al que piensa distinto”.