Los intendentes radicales entraron una vez más en temporada de cotización, ante la disputa que hay entre la conducción de la Unión Cívica Radical, que responde a Rodrigo de Loredo, y el gobierno de Martín Llaryora, que volvió a la estrategia de seducción con un asado ofrecido por el ministro de Gobierno, Manuel Calvo; una cena que dejó a los comensales sin la posibilidad de fugarse bajo la ambigua figura de “reunión institucional”, ya que la comida se sirvió y regó en la casa particular del peronista.
Este lunes, intendentes radicales de todo el país se reunirán en Córdoba para celebrar el Encuentro Federal de Intendentes; una excusa para poner al frente del Foro Nacional de Intendentes Radicales a Ulpiano Suárez, el intendente de Mendoza. En la mesa tendrá un lugar Juan Manuel Moroni, el intendente de Bell Ville, en lo que significa un alineamiento de la mayoría de los jefes comunales de la UCR cordobesa con De Loredo.
Al evento, que se realizará en un hotel de zona norte, arribarán 200 intendentes y jefes comunales de Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, Chubut, Chaco, Entre Ríos, Santa Fe, La Pampa, Río Negro, Santa Cruz y Jujuy.
El más importante es el presidente entrante del Foro, Ulpiano Suárez, intendente de Mendoza, y también dirán presente Eduardo Tassano (Corrientes) y Damián Biss (Rawson). Córdoba jugará con Marcos Ferrer, intendente de Río Tercero y presidente de la UCR. Suárez será el encargado de cerrar la jornada, reveló el diario La Voz del Interior.
Con bemoles, se trata de un grupo de intendentes que apoya a Javier Milei, aunque se mostraron críticos días atrás cuando el jefe de Estado calificó de golpista a Raúl Alfonsín.
Los anfitriones serán Rubén Dagum (intendente de Almafuerte), Roberto Casari (Vicuña Mackenna), Carlos Ciprián (Sinsacate), Karina Figueroa (Salsacate), Javier Dieminger (La Falda) y Ricardo Martín (Serrezuela), autoridades del Foro de Intendentes Radicales de Córdoba.
Aunque no está confirmada, no se descarta la visita de Gustavo Valdés, el gobernador correntino que apoya a Milei desde antes del balotaje, y quien justificó el exabrupto de Milei hacia Alfonsín en la “frescura” del Presidente.
Sobrevuela el apoyo a De Loredo frente a la interna radical y su rol como jefe de bloque en la Cámara de Diputados. Al menos, esa es la apuesta de De Loredo: pararse como referente del radicalismo que dialoga con Milei, frente al radicalismo opositor, liderado por Lousteau.
Veinticuatro horas después del encuentro de jefes comunales radicales en Córdoba, se tratará en Diputados, durante una sesión especial, un proyecto de ley a través del cual un amplio sector de la oposición busca cambiar la ley que reglamenta el uso de los decretos de necesidad y urgencia (DNU). No está del todo claro qué hará el bloque que comanda De Loredo al momento de la votación. Hasta el sábado a la noche, y con el radical regresando de Estados Unidos, había varias líneas de negociación abiertas.
El escenario le servirá a De Loredo para reiterar la diáspora en clave de grieta entre el radicalismo “porteño centrista” que representa Martín Lousteau, Enrique Nosiglia y Emiliano Yacobitti, versus el radicalismo del interior de intendentes y gobernadores, en general, alineados en actitud “colaboradora” con el Gobierno de Milei.
“De cara a las elecciones del año próximo y de 2027 los intendentes radicales apuestan a mediante la organización y difusión de buenas prácticas y políticas públicas seguir consolidando a nivel local los buenos resultados obtenidos en 2023”, dice la invitación a la reunión del Foro Nacional de los Intendentes Radicales. Hay que leer en clave electoral:con Valdés a la cabeza, estos radicales están obsesionados en alambrar sus territorios ante el desembarco de La Libertad Avanza.
Los radicales pro peronista
En un plano doméstico, otro grupo de intendentes, entre quienes está Federico Zárate (Jesús María), cenó en la casa del ministro de Gobierno, Manuel Calvo. La familiaridad de la reunión no deja margen para la excusa de la institucionalidad”.
Zárate, vale remarcarlo, es el delfín del diputado radical con peluca Luis Picat, una de las causales de la ruptura radical en la Cámara Baja.
También estuvieron en el quincho del ministro armador del “partido cordobés” Ezequiel Lemos (Río Ceballos), Francisco Iser (General Roca); Maximiliano Rivarola (Villa Dolores); Sergio Marín (Toledo); Diego Viano (Luque); Diego Carballo (Villa del Rosario); Mariano Vottero (Calchín Oeste); Roberto Casas (Villa Tulumba); Eduardo Martín (Santa Rosa de Calamuchita); y Miguel Calderón (San Agustín); entre otros.
Zárate y Lemos –Jesús María y Río Ceballos, respectivamente– pertenecen al departamento Colón, la patria chica de la vicegobernadora (radical) Myrian Prunotto, de gira por Estados Unidos. Que ambos se hayan sentado a la mesa de Calvo sin Prunotto es el dato hacia la interna del Gobierno provincial. Como se sabe, el operador del ministro de Gobierno en territorios albirrojos es OrlandoArduh, secretario de Cooperación Institucional del Gobierno, uno de los primeros en cambiarse de bando y acordar con el PJ.