El presidente Alberto Fernández anticipó su participación en la Cumbre de Líderes del G20 en Bali con una entrevista donde aseguró que el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur es “difícil de implementar”, afirmó que las tensiones dentro del Frente de Todos (FdT) “no son tan importantes como las presenta la prensa” y volvió a reclamar por los sobrecargos aplicados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a los países deudores.
En una entrevista con el canal France 24 al llegar a Bali, el jefe de Estado indicó que los acuerdos entre UE-Mercosur firmados por “el Gobierno de Mauricio Macri y el de Jair Bolsonaro” son “muy difíciles de implementar” para los países latinoamericanos, ya que “la irrupción de la industria europea automotriz puede ser una gran problema para las economías de Argentina y Brasil”. “Creo que el vínculo entre UE y Mercosur tiene que ser privilegiado, pero el acuerdo tiene que tener en cuenta las asimetrías que existen”, remarcó.
Respecto al acuerdo con el FMI, el mandatario reiteró que resultan “insostenibles” los sobrecargos aplicados por el organismo a los países deudores y remarcó que la Argentina reclama “no ser tratada con una suerte de intereses punitorios”. “Los montos (de sobrecargos) deben ser revisados”, enfatizó Fernández al explicar que la guerra en Ucrania le costó a la Argentina “5.000 millones de dólares” porque debió “pagar más caro energía, alimentos y fertilizantes”. En el plano internacional, también reafirmó la intención de Argentina de “ser custodio” del proceso electoral de Venezuela y destacó la “mirada más razonable” que tiene el actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre el conflicto en ese país centroamericano.
Respecto a Argentina, Fernández aseguró que “las tensiones” dentro del oficialismo “no son tan importantes como las presenta la prensa”, sino que hay “miradas diferentes en algunas cosas” que se van a resolver “como se resuelven en democracia”. En esa línea, afirmó que en este momento “no piensa” en competir por la reelección en 2023, sino en “dejar los cimientos firmes” para el próximo período de Gobierno y “que Argentina entre en una senda de crecimiento y de mejor distribución de la riqueza”. Finalmente, aseguró que dentro del FdT están “seguros de la necesidad de seguir juntos para evitar que el pasado vuelva a la Argentina”, ya que “fue el pasado el que nos endeudó, el que cerró pymes. No queremos volver. Y para eso tenemos que estar unidos”.
Gestiones silenciosas por el BID
La misión argentina en la cumbre del G20 será clave para lograr el objetivo de que Cecilia Todesca Bocco quede al frente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuyo titular, Mauricio Claver Carone –puesto por el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump-, fue desplazado en medio de un escándalo.
Ocurre que el camino hasta el 20 de noviembre, cuando la Cumbre de Gobernadores en Washington defina al nuevo presidente del organismo, es sinuoso. El gobierno argentino debe convencer al resto de los países de la región para que apoyen a su candidata y el canciller Santiago Cafiero está al frente de las gestiones.
En ese camino, será clave una cumbre agendada con su par mexicano, Marcelo Ebrard, para que el presidente de ese país baje a su candidato. De hecho, ayer trascendió que en una conversación con Alberto Fernández, Andrés Manuel López Obrador se comprometió a retirar a su candidato en respaldo de Argentina.